Entorno

Año en blanco para el ‘made in Europe’: la producción se desploma un 19,7% en 2020

Italia, Rumanía y España han liderado las caídas de la producción, mientras Finlandia, Polonia y Estonia han sido los que menos la han reducido.

I. P. G.

10 mar 2021 - 04:50

Año en blanco para el ‘made in Europe’: la producción se desploma un 19,7% en 2020

 

 

Ni la relocalización, ni la flexibilidad ni la agilidad han logrado salvar la industria europea de la moda en 2020. La producción de textil, confección y cuero en la Unión Europea cerró el año del Covid-19 con una caída histórica que se replicó en todos los mercados analizados por la agencia estadística europea Eurostat.

 

Mientras hubs como China o India sufrían interrupciones de la producción por el coronavirus, parte de la producción de moda se ubicó en otros polos cercanos como Turquía. Más tarde, cuando fue Europa la que cerró, la producción en proximidad permitía reaccionar más rápido a la demanda, que fluctuaba según las restricciones.

 

Sin embargo, a falta de los datos de Turquía, que Eurostat no recoge, ningún polo europeo pudo capitalizar ese trasvase. En el conjunto de la Unión Europea, la producción textil se desplomó un 19,7% el año pasado, el mayor descenso de la serie histórica, que comenzó en 1992.

 

 

 

 

Hasta ahora, el mayor golpe se había registrado en 2009, en plena Gran Recesión, con un desplome del 16,5%. Los descensos se replican en todas las geografías, pero algunas sufrieron mucho más que otras.

 

La que más redujo la producción de textil, ropa y cuero fue Italia, el primer país europeo que se vio afectado por el coronavirus y que paralizó la actividad industrial, que terminó el año con un descenso del 28,2%.

 

El dato concuerda con las previsiones de facturación de Confindustria Moda, el clúster que engloba a los productores de moda, textil y accesorios, y que anticipaba un descenso de las ventas del 29,7% en 2020. En términos absolutos, el descenso supone una caída de la facturación de 29.000 millones de euros.

 

 

 

 

Tras Italia, el segundo país que más redujo su producción de moda fue Rumanía, un polo que había ganado relevancia en los últimos años por sus costes competitivos. La producción en el país se desplomó un 23,9% el año pasado.

 

España se sitúa en tercera posición, con un desplome del 20,4%. Según los datos desagregados del Instituto Nacional de Estadística (INE), el calzado y, en menor medida, la confección, lastraron la industria de la moda en el país, mientras que el textil aguantó mejor gracias a la demanda de tejidos médicos.

 

En el otro plato de la balanza se encuentran Finlandia, con un peso residual en la producción de moda en el continente, y Polonia, que comparte con Rumanía el podio de los hubs que más han crecido en los últimos años.

 

La producción de moda en el país se redujo apenas un 4,8% en 2020, muy por debajo de la media de la Unión Europea. Estonia, Letonia y Bulgaria, que capta parte de los pedidos de Turquía, fueron otros de los mercados que mejor aguantaron.