Entorno

Alemania impulsa una alianza para una industria sostenible sin el apoyo de los grandes del sector

Modaes

20 oct 2014 - 12:57

El Gobierno alemán impulsa una alianza para promover una industria más sostenible. La agrupación cuenta con el apoyo del gobierno de Alemania, pero no ha logrado sumar a los grandes del sector del país, como Adidas o los grupos de distribución Aldi o Kik, entre otros. La iniciativa también está bajo el punto de mira de las ONGs.

 

El ministro alemán de Cooperación Económica y Desarrollo, Gerd Müller, lidera esta iniciativa que tiene como objetivo garantizar condiciones justas de trabajo en los países en vías de desarrollo. La semana pasada, el Ejecutivo alemán realizó la presentación de este proyecto, que quiere poner fin al dumping social en la industria de la moda.

 

Sin embargo, la propuesta de Müller tan solo cuenta con el respaldo de una treintena de empresas de tamaño mediano, como Vuade o Hessnatur, entre otras. Ante el plantón de los grandes grupos alemanes del sector, el ministro aseguró que les mantienen las puertas abiertas y que tiene esperanza en que se unan en los próximos meses.

 

Las empresas que se han sumado a esta alianza deberán desarrollar medidas para exigir a sus proveedores tener en cuenta unas normas ecológicas y laborales mínimas. El objetivo es que, a largo plazo, estos mínimos se deberán exigir a toda la cadena de producción y distribución, desde el campo de cultivo del algodón hasta el punto de venta.

 

Por otro lado, el proyecto apuesta por ofrecer una mayor transparencia al consumidor e implica la creación de una etiqueta que identifique las prendas que han estado realizadas de acuerdo con esta normativa.

 

Las patronales alemanas del textil y la confección tampoco han mostrado su apoyo, al considerar que la cadena de suministro es muy compleja y que garantizar su transparencia es casi imposible. En este sentido, las organizaciones empresariales del sector en el país apuestan por concentrarse en ciertos eslabones de la cadena.

 

ONGs como Greenpeace y WWF también se han desmarcado de este proyecto. En el caso de Greenpeace, su desacuerdo ha venido porque la alianza no contempla una prohibición general en el uso de químicos. WWF, por su parte, critica que el plan es muy genérico y que no existen criterios de participación ni tan siquiera una estructura para la toma de decisiones.

 

Oxfam, en cambio, sí se ha sumado al proyecto, argumentando que es factible y que puede ser una iniciativa exportable a otros países europeos. La ONG ha instado al Gobierno alemán a que tome medidas legales contra las empresas que no quieran sumarse a la iniciativa por incumplir las normas sociales mínimas en la cadena de suministro.