Entorno

Alejandro Laquidain (CIE): “El textil en España tiene futuro, pero no será la industria de hace veinte años”

S. Riera/ P. Riaño

2 may 2012 - 04:56

El nuevo presidente del Consejo Intertextil Español (CIE), Alejandro Laquidain, sostiene que existe una relocalización de la industria textil en España, pero que en ningún caso devolverá la actividad de hace 20 años. En su primera entrevista tras tomar posesión de la presidencia de la principal patronal del textil en España, Laquidain ha subrayado que, a diferencia de los últimos años, hoy “el empresario textil no está quejoso del sector, sino del entorno económico”.

 

Alejandro Laquidain

Pregunta: ¿Cuáles serán las prioridades del CIE en este nuevo mandato?

Respuesta: Por desgracia, las circunstancias mandan y la prioridad ahora es dar apoyo a las empresas, tanto en internacionalización como en el retorno de la industria, del que tenemos constancia. Otro de mis objetivos es reforzar la colaboración entre las empresas del textil y las de la confección, porque se necesitan entre ellas. Por otro lado, transmitir a las Administraciones la realidad del sector, que durante mucho tiempo se ha utilizado como moneda de cambio barata y ahora vienen los llantos de que quizás se ha hecho demasiado daño a la industria. Queremos su compromiso, ya sea en el apoyo directo a las empresas como en su internacionalización.

 

P.: ¿Cuál es el principal reto de la industria hoy?

R.: En este momento, lo más importante es dar apoyo a las empresas para que puedan tirar adelante. Hoy están en una situación financiera realmente grave que las perjudica en su quehacer diario. Hay graves problemas dentro de las empresas por falta de financiación.

 

P.: Una de las prioridades del anterior presidente del CIE, Ángel Asensio, fue la creación de la marca Moda España. ¿Mantiene su importancia estratégica?

R.: No tenemos que olvidar que en el CIE existen tres marcas. Por un lado, Moda España; por otro, Textiles from Spain; y por último, Home Textiles from Spain. Tenemos que continuar apoyándolas desde el CIE en todas las ferias. Es importante crear la marca Moda España porque la gente compra producto final, no compra botones. Es lo mismo que ocurre con el Made in Italy. Esta es la marca que faltaba, porque Textiles from Spain y Home Textiles from Spain ya hace tiempo que existen. Antes de Moda España, la ropa confeccionada en España no tenía marca país.

 

P.: Otras cuestiones que han estado sobre la mesa, como medidas para frenar las importaciones asiáticas o el made in, ¿están todavía vigentes?

R.: No planteamos medidas proteccionistas, nos quejamos de que otros países no cumplan con las mismas reglas de juego. Seguimos quejándonos sobre las prácticas proteccionistas de países como Pakistán, Turquía o la India. En cuanto al made in, no cambiará la posición del CIE, que sí está de acuerdo en regular el etiquetaje en origen, pero no de que sea obligatorio para las empresas.

 

P.: Dentro del Consejo Europeo, ¿existe todavía división entre las peticiones de los países del Norte, más orientados al comercio, y los del Sur, con más industria?

R.: Sí, todo son intereses. Si nosotros no miramos por que se respeten las reglas del juego, nos cargamos la poca industria que tenemos. Los países que no tienen industria no se preocupan. Ellos miran por su beneficio. De todos modos, al final se imponen las reglas del mercado y la realidad hoy es que ya no es tan fácil importar. No es tan fácil abrir cartas de crédito a la importación y tampoco los precios de China son los mismos de antes, las cantidades son más grandes y los plazos cambian.

 

P.: ¿Es esta la clave del retorno de la industria a España?

R.: Las empresas pequeñas y medianas de producto acabado y las importadoras de tejido o de prenda acabada necesitan cantidades más pequeñas y con unos plazos de entrega súper rápidos. En cuanto a los precios de España, tampoco hay ya tanta diferencia con los de fuera. Aquí se ha producido un ajuste de precios importante. Además, el servicio es bueno y rápido y la calidad, mejor. Esto es una realidad. Y ya existen casos de retorno.

 

P.: ¿Qué casos?

R.: Es difícil hablar de casos concretos, porque no hay retorno en lo que no se fue. En el textil de cabecera no se da porque no hubo, pero sí se está produciendo en la confección, en la parte final de la cadena. El textil de cabecera lo nota, porque al volver la actividad en la confección aumenta los pedidos de tejidos. En el momento en que la gran distribución recupera sus proveedores europeos, estos se nutren de producto europeo.

 

P.: ¿Puede cuantificarse este retorno? Existen estudios que pronostican que será del 15%.

R.: Ya me gustaría que fuera del 15%. Sólo es una expectativa. Si se diera, sería brutal. Al hablar de retorno de la industria, tenemos que diferenciar entre industria de cabecera y de confección. La de cabecera será muy difícil que vuelva porque el coste de su reinstalación, con las exigencias medioambientales de hoy, lo hace muy complicado. Pero la de confección sí, incluso con empresas pequeñas y medianas que reenvíen parte de su producción a zonas próximas, como el norte de África. Cuando hablamos de proximidad, hablamos del área más cercana.

 

P.: ¿Sólo tenemos expectativas, no hay datos reales de la relocalización de la industria?

R.: No hay ninguna seguridad de que esto acabe produciéndose, porque hoy todo cambia con mucha rapidez.

 

P.: En ocasiones, la distribución se ha quejado de no encontrar proveedores en proximidad.

R.: Cuando decía que el retorno del 15% sería una barbaridad es porque durante estos años ha habido una sangría en la capacidad productiva. Es imposible recuperarla de hoy para mañana. De ahí que la producción local tenga también que reforzarse con la actividad en otros países, ya se Marruecos, Túnez, etc. La industria de la confección es fácil de instalar, no implica grandes inversiones, pero su retorno será lento, entre otras cosas porque es difícil de encontrar mano de obra calificada. Con el auge de la construcción, muchos trabajadores se marcharon porque se les ofrecían mejores sueldos. De todos modos, se empieza a ver movimientos, coordinados por clústeres y con el apoyo de ayuntamientos, para volver a formar personas para la industria textil.

 

P.: ¿Tienen interés en cuantificar este retorno?

R.: Sí, mucho. En otros países, como Estados Unidos, ya tienen estudios al respecto. Nos interesa también que el industrial sepa que se produce este retorno, que no es una cuestión de fe, sino una realidad. Hay una propuesta del Ministerio de Industria, patronal y sindicatos para que el Observatorio del Textil realice un estudio. De todos modos, la industria no será como fue. El textil, tal y como lo conocimos hace 20 años, no será como el que tendremos ahora.

 

P.: ¿Qué porcentaje de la capacidad productiva se ha perdido en esta última década?

R.: Alrededor del 50%.

 

P.: ¿Se podría volver a articular una industria textil y de la confección en España, se puede recomponer la cadena de valor?

R.: Se puede mejorar la cadena, se puede hacer crecer. La palabra sería regenerar. La destrucción ha sido tan bestia que hay especialidades que han desaparecido. Recomponer el sector implica también no deteriorarlo más.

 

P.: ¿Cómo se regenera?

R.: Tenemos un sector dañado y no volveremos a tenerlo entero. Sí intentaremos recuperar algunas funciones, las más importantes. Un ejemplo: tengo una herida y el tejido va a regenerarse. Recuperar es una palabra fuerte y engañosa. No tendremos lo que tuvimos.

 

P.: ¿Hay nuevas generaciones que emprendan empresas en la industria?

R.: Todo lo malo trae cosas buenas y creo que la difícil situación actual nos va a obligar a hacer cosas que hasta ahora no teníamos necesidad. Siempre hay emprendedores, cuando hay necesidad, los habrá más, en el textil y en todos los sectores. Y es importante generar un entorno favorable para facilitar la creación de empresas.

 

P.: ¿Es optimista en cuanto al futuro de la industria textil?

R.: Soy positivo. La mala situación nos está obligando a sacar lo mejor de nosotros mismos. Las cifras de la exportación son muy buenas y compensan la caída del consumo interno. El empresario textil, sobre todo el ex empresario textil, sabe que este es un sector de locos. Es significativo que hoy el empresario textil no está quejoso del sector, sino del entorno económico.

 

P.: ¿Cuál es el valor de la industria textil española?

R.: Italia y Francia han sabido crear su marca y van por delante. Cuando sales fuera, observas que se percibe la calidad en productos fabricados en España. Hacemos muy buenos productos, con buen diseño. Tenemos que ofrecer lo que nos van a pedir nuestros clientes: calidad, diseño, servicio y un precio ajustado, tiradas cortas… No nos pedirán commodities a bajo precio. ¿Cómo llamamos al textil en Europa? Me llamo quince días. Todos sabemos que los plazos de entrega son de quince días. Unos tiempos con los que en China no pueden competir.

 

P.: ¿Se ha planteado incorporar a la estructura del CIE la gran distribución?

R.: La gran distribución no se deja, va por libre, incluso a nivel europeo.

 

P.: Sorprende que las grandes marcas de moda de España no estén en la patronal del sector.

R.: Responde al pragmatismo de la realidad. Cuando nos necesitan, contactan directamente con nosotros. En Italia, por ejemplo, han logrado articular un discurso único y han creado la marca Italia, una marca con nombres propios. En España, cualquiera que vea los resultados de Inditex sabe que nada tienen que ver con la realidad de la industria. Aquí somos más individuales, de empresas pequeñas y medianas, de raíz familiar.

 

P.: El diseño de moda es otro de los actores que siempre ha estado fuera de la patronal. ¿La nueva dirección del CIE mantendrá el acercamiento que inició Ángel Asensio con Acme?

R.: El diseño está ligado a la marca. Va más ligado a la confección.

 

P.: ¿Hay diferencias de criterio cuando la sede del CIE está en Barcelona que cuando se encuentra en Madrid?

R.: No es una cuestión de ciudades. Todos tenemos una trayectoria que nos acaba empapando. Conozco mejor mi sector que otros, que ahora también tengo que conocer. Coincide que la confección está en Madrid. Pero el día que el presidente proceda de Ateval, seguramente, la orientación tendrá más que ver con el textil hogar. Es un tema de sensibilidades.