Entorno

2017, el año en que la moda española enamoró a los inversores

El último ejercicio ha sido excepcionalmente activo en operaciones corporativas, con una mezcla de capital en busca de inversiones en retail y empresas con necesidad de financiación para crecer o dejar atrás una situación compleja.

Pilar Riaño

18 dic 2017 - 04:50

2017,  el año en que la moda española enamoró a los fondos

 

 

Inversores en busca de participadas y empresas en busca de socios. El ejercicio 2017 pasará a la historia de la moda española por haber sido excepcionalmente activo en operaciones corporativas, después de varios años en que  fondos y grupos industriales habían comenzado ya a acercarse al sector. Atrás quedan los fantasmas de las fallidas aventuras en moda de la década pasada (con fracasos como Coronel Tapiocca o Hazel), que dan paso ahora a inversiones como Pronovias, Grupo Cortefiel o Iberchem.

 

La bonanza de la economía española (en 2017 España ha sido, según el Fondo Monetario Internacional, el país de mayor crecimiento entre los mercados desarrollados) ha hecho que el capital vuelva a mirar dentro de las fronteras del país en busca de oportunidades, especialmente en sectores donde sus empresas destacan, como el retail, y, en concreto, la moda.

 

A diferencia de lo que sucedía hace sólo una década, los inversores se han topado ahora con empresas más maduras y estructuradas que requieren de capital para llevar a cabo sus planes de expansión y, en algunos casos, con empresarios listos para dejar las riendas de su empresa y dar paso a un nuevo equipo directivo. Por otro lado, la abundancia de capital y la situación del mercado crediticio facilitan también que empresas en crisis encuentren un socio con el que salir adelante, algo que hace cinco años no sucedía y, sencillamente, cerraban.

 

 

 

 

Las cifras avalan estas dos tendencias contrapuestas pero alineadas. En el segundo trimestre de 2017, un 25% de las compañías españolas del sector había realizado o estaba planeando movimientos corporativos como compras, fusiones o salidas a bolsa, según datos del Barómetro de Empresas de Moda en España 2017. Por otro lado, a lo largo del ejercicio se han cerrado más de veinte operaciones de inversiones en compañías españolas del negocio de la moda, que se suman la racha de operaciones corporativas que ha atravesado el sector en España en los últimos años, con ventas como la del 25% de Tous a Partners Group, el 49% de El Ganso a L Capital o el 12,5% de El Corte Inglés a Sheikh Hamad Al Thani.

 

Tal y como explica Borja Oria, responsable de retail y consumo en Arcano Partners, en el mercado español de la moda se encuentran ahora dos grandes tipos de inversores: fondos en busca de empresas en crecimiento y otros dispuestos a arriesgarse en compañías con situaciones complejas. Un tercer tipo, añade, son actores en busca de inversiones industriales para construir negocios mayores, como podrían ser Endurance Partners en moda infantil o Sherpa Capital con Dogi en el segmento industrial.

 

 

 

 

De Grupo Cortefiel a Pronovias

Pronovias y Grupo Cortefiel han protagonizado, sin lugar a dudas, las dos principales operaciones corporativas del ejercicio, si bien ambos movimientos comenzaron a gestarse meses atrás.

 

A finales de julio, Grupo Cortefiel recibió al nuevo inversor que llevaba años esperando, desde que Permira hiciera público en julio de 2015 su intención de vender su participación en la compañía española.

 

Los fondos de capital riesgo CVC y Pai tomaron el cien por cien del número tres de la distribución de moda en España tras comprar a Permira su participación en la compañía. La operación, que tenía como deadline marzo de 2018 (fecha de vencimiento de la deuda de la empresa), valoró al grupo en más de mil millones de euros. Por el camino se quedaron las ofertas de Carlyle, Apax, Pamplona Capital e, incluso, de un grupo industrial, que ofrecieron cantidades por debajo del valor de la deuda, por lo que CVC y Pai decidieron mantenerse para tratar de rentabilizar a futuro.

 

 

 

 

Pronovias, por su parte, salió al mercado a finales de 2016, aunque la operación no se concretó hasta julio de 2017. Alberto Palatchi, propietario de la empresa, estudió inicialmente desprenderse de sólo el 30% del capital para financiar su plan de expansión en mercados como Estados Unidos, pero finalmente el empresario traspasó el 90% del accionariado.

 

Tras llamar la atención de gigantes de la inversión como KKR, Permira o Carlyle, finalmente fue BC Partners quien salió vendedor: el fondo se hizo con el 90% del capital de Pronovias, en una operación que valoró el cien por cien de la empresa en 550 millones de euros. El cierre del traspaso se realizó en dos fases: primero BC Partners compró el cien por cien por 550 millones de euros y después Palatchi recompró el 10%.

 

La entrada de BC Partners en el capital de Pronovias ha sido una operación destacada no sólo por la importancia de la empresa en el negocio mundial de la moda nupcial, sino también por  su valoración. Según los últimos datos disponibles, el resultado bruto de explotación (ebitda) de Pronovias asciende a alrededor de cincuenta millones de euros, con lo que la valoración que BC Partners hizo de la empresa es de 9,09 veces ebitda. El múltiplo sitúa la valoración en línea con la de otros grupos españoles como Desigual (que alcanzó 10,2 veces ebitda en 2014), pero a mucha distancia de las grandes operaciones corporativas del comercio electrónico, como la venta de Privalia a Vente Privee en 2016.

 

 

 

 

Según datos de la consultora EY en la última edición del informe Fusiones y adquisiciones en el sector consumo (presentado a principios de 2017), el múltiplo medio en operaciones de retail en España se situó en 2016 en 9,1 veces ebitda, lejos del 17,1 alcanzado un año antes, pero en línea con los ejercicios precedentes.

 

Uno de los problemas que encuentran los fondos en el mercado español a la hora de buscar inversiones es el tamaño de las empresas del país. España se caracteriza por contar con un negocio de moda altamente fragmentado, con pocos operadores que facturen más de quinientos millones de euros.

 

Tras las operaciones de inversión en Pepe Jeans, Tous o Textil Lonia realizadas en los últimos cinco años, los analistas señalaban que pocas eran las oportunidades que quedaban en el mercado. En 2017, además de las  grandes operaciones de Pronovias y Grupo Cortefiel, los inversores han ampliado su rango de actividad, apostando por marcas de menor tamaño, como Merkal o Ecoalf.

 

 

 

 

Fondos internacionales que miran a España

Otro de los grandes movimientos del ejercicio, si bien ha pasado mucho más desapercibido, ha sido la entrada del grupo galo Eurazeo en el capital de la empresa murciana Iberchem.  El grupo inversor, accionista de la también española Desigual, se ha introducido en el sector de la perfumería mediante la adquisición del setenta por ciento de Iberchem por un importe de 270 millones de euros. El acuerdo valora a la empresa, especializada en la fabricación de perfumes y fundada en 1985, en 405 millones de euros.

 

Eurazeo, BC Partners, CVC y Permira no son los únicos fondos que han sentido atracción por empresas españolas del negocio de la moda en 2017. El grupo británico OpCapita, con inversiones en España como la cadena de videojuegos Game o la de alimentos congelados La Sirena, se hizo el pasado noviembre con el cien por cien de la cadena de calzado Merkal.

 

 

 

 

La empresa española, liderada por Jon Dorronsorro, era hasta ahora propiedad del grupo francés Vivarte, que sacó la cadena al mercado un año antes en el marco de un plan de desinversiones mucho mayor. Con sede en Londres, OpCapita inició su trayectoria en el ejercicio 2006 y hasta la fecha ha invertido más de quinientos millones de euros en empresas de Reino Unido, Francia, Alemania y España. El importe de la compra de Merkal se situó alrededor de cincuenta millones de euros

 

Otro ejemplo es el de Manor Group, un fondo especializado en el campo de la eficiencia de los recursos naturales. Con negocios en áreas como la energía eólica, la biomasa o la agricultura sostenible, el pasado febrero cerró su quinta inversión y lo hizo con una empresa española. El grupo luxemburgués adquirió una participación mayoritaria en Ecoalf, fundada por Javier Goyeneche en 2012.

 

Manor Group alcanzó un acuerdo con la empresa para hacerse con el 65,9% de las acciones de Ecoalf Recycled Fabrics, la matriz del grupo, con el objetivo de “proveer capital destinado a hacer crecer la compañía en los próximos años”, según apuntó el fondo. El importe de la transacción no trascendió.

 

 

 

 

Inversiones como rescate

Igual que sucedió en 2016, en el ejercicio que queda atrás también ha habido espacio para operaciones corporativas de rescate, ya fuera de empresas en apuros o, directamente, de marcas perdidas en los juzgados mercantiles. Si en septiembre de 2016 el fondo de inversión Black Toro Capital se hizo con la mayoría del capital de la cadena de zapaterías Marypaz a cambio de una inyección de treinta millones de euros, en 2017 Black Toro ha vuelto al negocio de la moda con la adquisición de Amichi.

 

A finales de septiembre, Black Toro tomó el control de la firma española de moda femenina por quince millones de euros. Amichi llevaba ya varios meses en el mercado, en busca de un inversor que facilitara la salida del capital de la familia Amich, fundadora de la compañía.

 

Tras llevar a cabo una reestructuración, Amichi ha comenzado con Black Toro una nueva etapa de crecimiento. Con una red de 160 puntos de venta, los planes de la empresa pasan por abrir cuarenta más en España en los próximos doce meses y cuarenta más en los doce siguientes.

 

 

 

 

Una marca histórica de la moda española, Caramelo, también fue rescatada en 2017 tras cerca de un año en busca de un nuevo propietario. En octubre, el grupo vallisoletano Postquam, especializado en cosmética para el canal profesional, adquirió la marca gallega por 505.000 euros, batiendo en la puja al diseñador gallego Manuel Bolaño, a Roberto do Rego, copropietario de Do Rego&Novoa, y a la toledana Kangaroos. La venta de la marca Caramelo fue el punto y final de una larga agonía, que derivó en la liquidación de la empresa a finales de 2016.

 

También el cambio de manos de Venca fue un rescate. En enero de 2017, después de un año y medio en el mercado, finalmente fue el propio equipo de ejecutivos de la empresa (liderados por Jordi González, director general) el que tomó su control a través de una operación de management buy out (MBO). Con sede en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), Venca era propiedad del grupo suizo 3SI (antes 3 Suisses), que en 2013 compró el gigante alemán Otto Group en pleno proceso de expansión de su negocio. En julio de 2015, Otto Group puso a la venta Venca junto con otras plataformas de ecommerce del grupo 3SI.

 

 

 

 

Infantil e industria, nuevos filones de actividad

La moda infantil y la industria fueron también activas en operaciones corporativas en el ejercicio 2017. El año comenzó con la compraventa de la firma de moda infantil Bonnet à Pompon, que fue adquirida en su totalidad por la compañía catarí Euroirada, propiedad de M.J. Al-Thani Jassim. Alejandra Sánchez-Ramade, fundadora y socia mayoritaria de Bonnet à Pompon, vendió su participación en la compañía, en la que M.J. Al-Thani Jassim, miembro de la familia real qatarí, ya participaba como inversor minoritario.

 

Un mes después el fondo de inversión Endurance Partners, propietario de Canada House desde 2013, tomó una participación mayoritaria en la empresa riojana Tuc Tuc, también especializada en moda infantil. Marisa Sotés y Miguel Cadarso, fundadores de Tuc Tuc, permanecen en el capital. A su vez, Tuc Tuc entró también en el capital de Canada House. Tras el acuerdo, Canada House y Tuc Tuc tienen una facturación combinada cercana a los cincuenta millones de euros.

 

 

 

 

Las operaciones corporativas en el ámbito industrial han estado protagonizadas en 2017 por la textil catalana Dogi, especializada en tejido elástico. Desde su adquisición por parte del fondo Sherpa Capital, Dogi ha emprendido un proceso para crear un grupo industrial mediante adquisiciones con el objetivo de alcanzar una cifra de negocio de 200 millones de euros en el ejercicio 2020. En este contexto, en 2017 la empresa se hizo, por ejemplo, con el interproveedor Busmartex, especializado en el diseño de ropa para mujer y la gestión del proceso logístico y de producción.

 

Pero en el ámbito industrial, la operación más destacada del ejercicio ha sido la compra del cien por cien de Indipunt por parte de Inditex. El gigante gallego presidido por Pablo Isla tenía desde 1997 el 51% del capital de la fábrica, la mayor de las once que el grupo mantiene en Galicia y que en los últimos años había gestionado Iván Pampín, hijo del fundador.

 

 

 

 

Movimientos en el segmento medio

Después de que El Ganso abriera su capital a L Catteron a finales de 2015, pocas firmas del segmento medio y de tamaño mediano habían llamado la atención de los inversores. La sevillana Scalpers ha sido una de ellas. Tres de los socios fundadores de la empresa de moda masculina han abandonado el grupo en el último año, cediendo su participación al fondo Trensetters&Fashion, controlado por Jaime Bergel, que participa en la empresa desde 2014. Borja Vázquez y Alfonso Vivancos, otros dos de los socios fundadores, mantienen el control del veinte por ciento. El diez por ciento restante continúa en manos de Phoenix Group.

 

TCN, por su parte, ha pasado a estar controlada al cien por cien por el fondo Endurance Partners, que entró en el capital de la compañía catalana de moda íntima en diciembre de 2015. El pasado mayo, Endurance compró el 100% de la empresa, tras la venta del paquete de acciones del equipo fundador (formado por Josep Maria Donat y Totón Comella), que pasó de ostentar funciones ejecutivas a tener “un rol estratégico” y de asesoramiento.

 

Sita Murt también ha cambiado de manos. En noviembre, la compañía catalana alcanzó un acuerdo con los inversores Jordi Martí Taulé y Guillem Junyent Argimon para vender una participación mayoritaria. Esteve Aguilera, la sociedad que hasta ahora gestionaba el negocio, fue a liquidación y la marca y la actividad pasaron a manos de Knit Feelings. El nuevo propietario del negocio inyectará el capital necesario para asegurar la viabilidad del plan de expansión que Sita Murt puso en marcha en 2016.

 

 

 

 

Más por venir

El ejercicio 2018 promete ser también agitado en cuanto a inversión en el negocio español de la moda. Actualmente, la principal firma que está sobre la mesa es Bimba y Lola, que lleva en el mercado ya varios meses. La empresa, liderada por las hermanas María y Uxía Domínguez (hijas de Jesús Domínguez, fundador de Textil Lonia), está siendo asesorada por Morgan Stanley, en un proceso que persigue la venta del setenta por ciento del capital.

 

El objetivo de los accionistas es que la empresa se valore en unos 450 millones de euros, lo que equivaldría a quince veces el ebitda de treinta millones de euros previsto para el ejercicio actual (que finalizará en febrero de 2018). Los fondos, sin embargo, podrían estar ya rebajando estas pretensiones, si bien el proceso no se abrirá de forma oficial hasta 2018.

 

 

 

 

También Dolores Promesas está en el mercado en busca de socios. En 2017, la empresa madrileña de moda femenina inició contactos con varios inversores potenciales para la apertura de su capital entre 2017 y 2018 con el objetivo de acelerar su expansión a través de tiendas en España y México. Los planes actuales de Dolores Promesas pasan por alcanzar en 2022 una facturación de 15 millones de euros, cifra que se duplicaría en caso de encontrar un socio para acelerar el desarrollo.

 

Trucco ha sido la última en sumarse a la oleada de operaciones corporativas en el sector. In Situ, empresa propietaria de las marcas Trucco y Naëlle, estudia abrir su capital para incorporar a un socio e impulsar un plan de expansión que implica el desarrollo nacional e internacional de sus cadenas.

 

Con la excepción de Bimba y Lola, quedan pocas operaciones abiertas de compañías de tamaño medio que busquen socios. Sin embargo, cada vez son más las empresas que se abren a la búsqueda de socios y, en paralelo, el capital está más dispuesto que nunca, lo que facilitará otro año activo en la moda española.