Entorno

2013, el año en que la moda española inundó los juzgados mercantiles

Custodio Pareja

26 dic 2013 - 05:00

Los juzgados no se han olvidado de las empresas de moda en 2013. Por el contrario, las idas y venidas de las empresas del sector a los juzgados han continuado siendo costumbre a lo largo del ejercicio. El año ha seguido plagado de entradas y salidas de concurso de acreedores, procesos de liquidación y empresas que ven una segunda oportunidad gracias a grandes grupos que les rescatan de la situación concursal.

 

Una palabra, limbo, define donde se encuentran la mayoría de las compañías que se han acogido al concurso de acreedores durante este año. Algunas de ellas, las que han tenido más suerte, como Farrutx, Skunkfunk o DayaDay, ya han abandonado la situación concursal, bien sea por méritos propios o por haber sido compradas por otros grupos.

 

Otras enseñas del sector como Sita Murt, Paco Gil, Torras o Caramelo tendrán que esperar a 2014 para conocer su desenlace. En la mayoría de los casos, el concurso de acreedores es una situación de stand by, aunque en otros es un punto y final a años de trayectoria en el sector: Devota & Lomba, Li Ning, Dusen o Cadena Q son algunos ejemplos de empresas de moda que han ido a liquidación.

 

En concurso de acreedores

Aunque fue a finales de 2012 cuando Victorio & Lucchino entró en los juzgados, la firma ha continuado en esta situación durante todo 2013. El pasado febrero, el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla admitió a trámite el concurso voluntario que a mediados de enero presentaron las sociedades Patrimonio de Moda y Victorio & Lucchino, Costura, Diseño y Moda.

 

La moda nupcial de Pepe Botella también presentó concurso de acreedores en 2013. La compañía, que la consultora Deloitte situó en 2010 entre los diez líderes del sector en España, solicitó el pasado marzo concurso de acreedores para su filial comercial Novias Pepe Botella, que gestiona las dos tiendas que tiene la enseña en la ciudad de Alicante.

 

Este es el segundo concurso de acreedores que presenta el grupo de moda nupcial. En septiembre de 2011, se inició el proceso concursal para la sociedad principal, Pepe Botella. En aquel momento, la compañía llevó a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) sobre la mitad de su plantilla, formada por veinte personas.

 

La entrada en los juzgados de la gallega Caramelo ha sido una de las sorpresas del sector este año. El pasado abril, la compañía hizo frente a uno de sus momentos más complicados de toda su trayectoria cuando entró en concurso de acreedores. La empresa justificó su situación apelando que “estaba atravesando una situación extrema”, y asegurando que la única fórmula para conseguir la viabilidad era “a través de un profundo redimensionamiento”.

 

En diciembre, Caramelo comenzó la ronda de negociación con los acreedores para llegar a un acuerdo y encarar la salida del concurso.

 

El multimarca bilbaíno For, con una red de ocho tiendas, solicitó concurso de acreedores voluntario a causa de la caída del consumo y de la crisis que vive este modelo de negocio.

 

Vialis, por su parte, entró en concurso de acreedores el pasado mayo y, desde entonces, se encuentra trazando un plan para asegurar su viabilidad. El pasado noviembre, la compañía se encontraba ultimando la entrada de un socio en su capital para abandonar la situación concursal.

 

El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Barcelona admitió a trámite el concurso de acreedores voluntario presentado por la sociedad Esteve Aguilera, propietaria de Sita Murt, el pasado mayo. La compañía ha llevado a cabo durante todo el año el cierre escalonado de los establecimientos menos rentables y en la actualidad se encuentra en fase de negociación con sus acreedores.

 

La empresa alicantina de calzado Paco Gil también se sumó al club de las empresas españolas que han presentado concurso de acreedores. La caída de las ventas y la dificultad de acceso al crédito hicieron que en junio la sociedad Paco Gil Shoes entrara en los juzgados.

 

El año acaba con la entrada en los juzgados de la catalana Torras y del grupo de moda infantil Charanga. Mientras que la primera, especializada en la fabricación de prendas de punto y piel, presentó concurso de acreedores voluntario en octubre, la moda infantil de Charanga entró en los juzgados en noviembre con un pasivo de 27 millones de euros.

 

Las Rescatadas

El año comenzó con buenas noticias para el sector. La catalana Escorpión levantó el concurso al llegar a un acuerdo con la mayoría de sus acreedores, que aceptaron el convenio presentado que fija un quita del 50% de la deuda. En julio, la compañía, hasta entonces propiedad de Biosca Riera, fue adquirida por un grupo de inversores privados.

 

2013 también ha dado una tercera oportunidad al calzado de Farrutx. La compañía, que entró en fase de liquidación el pasado julio, ha sido adquirida este mes por el grupo madrileño Globalmarks, propietario de marcas como Furiezza o BE Estado Puro, tal y como adelantó Modaes.es.

 

Los bolsos de Lupo Barcelona también abandonaron los juzgados el pasado julio de la mano de un nuevo dueño. La compañía, liderada por la familia Morenete, pasó a formar parte de la cartera de marcas de Nylstar Fashion Group después de que Praedium, propietario de Nylstar desde 2009, tomara el 70% del capital.

 

Blanco, que ha protagonizado la mayor crisis del sector en España, también acaba el año con buenas noticias. Tras presentar concurso de acreedores el pasado junio y tras un largo periodo de negociaciones con grupos como Mango, Cortefiel o el venezolano Phoenix World Trade, la compañía pactó su venta por diez millones de euros con el grupo saudí Al Hokair, propietario de las franquicias de la enseña en Oriente Medio.

 

Dayaday, por su parte, presentó en junio concurso de acreedores. La compañía también ha finalizado el año con buenas noticias, viendo como Tous, el principal grupo de distribución de joyería de España, se hacía con el control de la marca Dayaday y de su red de tiendas. Tal y como avanzó Modaes.es el pasado octubre, el objetivo de Tous es lanzar un concepto de precios bajos a partir de Dayaday. Tous podría haber pagado alrededor de dos millones de euros por Dayaday.

 

A liquidación

En julio, el Juzgado de lo Mercantil de Castellón dio luz verde a la liquidación de la histórica Dusen, dedicada a la fabricación de medias, prendas íntimas y calcetería. Tras estudiar las circunstancias de la compañía, el juez decidió admitir a trámite la liquidación de la empresa, que en 2011 declaró concurso de acreedores.

 

El diseño español también vio como la crisis se hacía con el control de su negocio y les encarrilaba hacia la liquidación de sus firmas. Joaquín Trias o Devota & Lomba han tenido que poner punto y final a su aventura empresarial.

 

En marzo, el titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia ordenó en un auto la liquidación de la compañía especializada en moda íntima y baño Little Kiss. Cadena Q, por su parte, también ha decidido liquidar su actividad un año después de entrar en los juzgados.

 

La filial española del gigante chino Li Ning despedía el año con una mala noticia. La compañía concluyó la fase común del concurso de acreedores y abrió la fase de liquidación tras intentar sin éxito reconducir la situación financiera de la empresa en varias ocasiones.

 

Nueva oportunidad

Grupo Twenty abandonó el concurso de acreedores el pasado septiembre. La compañía, propietaria de la firma española Antonio Miró, consiguió el apoyo del 72% de los acreedores para dejar atrás la situación concursal. La empresa, que hasta el pasado año era propietaria de la licencia de la francesa Marithé et François Girbaud en España, entró en situación concursal el pasado enero.

 

La bilbaína Skunkfunk abandonó finalmente en noviembre el concurso de acreedores con la adhesión al convenio del 62% de los acreedores, tal y como adelantó Modaes.es. El pasado 21 de noviembre, los acreedores de la compañía (en su mayoría entidades bancarias) aprobaron el convenio que ha permitido la salida del concurso.

 

La última compañía que abandona 2013 con buenas noticias es Hakei, enseña especializada en moda femenina. La empresa abandonó a finales de diciembre el concurso de acreedores un año después de entrar en los juzgados con un pasivo de 8,5 millones de euros.