Entorno

2013, el año en que la moda atisbó en España los primeros brotes verdes

C. De Angelis

30 dic 2013 - 12:02

La expresión brotes verdes, utilizada por Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal estadounidense en marzo de 2009, ha tardado en oírse referida a la evolución de la moda española, afectada especialmente por la atonía en la demanda interna, pero también por el anémico crecimiento en algunos de sus mercados exteriores más importantes.

 

2013, sin embargo, ha sido un año sembrado por pequeñas píldoras de optimismo y señales tenues que permiten atisbar un cambio en la situación o, como mínimo, el comienzo del fin de la crisis. ¿Qué indicadores han llamado al optimismo a lo largo de 2013?

 

PIB: Fin de la recesión

 El dato que sintetiza la marcha de una economía es sin ninguna duda la evolución de su Producto Interior Bruto (PIB), es decir, el valor monetario global de la producción de bienes y servicios de España, la renta del país, por así decirlo.

 

El Banco de España dio la buena noticia el 23 de octubre: España salía oficialmente de su segunda fase de recesión en la presente crisis con una subida del PIB en el segundo trimestre del año tras nueve trimestres consecutivos de caídas.

 

"La economía española –aseguró entonces el Banco de España, en su habitual lenguaje- prolongó la mejora gradual que se viene observando desde principios de año, en un entorno caracterizado por un cierto alivio en las tensiones financieras y una mejora de la confianza.

 

Mercado laboral: El paro toca techo

 Mientras el PIB ofrece un dato agregado que podría considerarse alejado de la vida real de las personas, los datos del mercado laboral reflejan directamente las magnitudes de miles de situaciones personales. En noviembre, las cifras del paro registrado descendieron por primera vez desde el inicio de la serie histórica, hace 17 años.

 

Las cifras continúan siendo abrumadoras, con una bolsa de 4,81 millones de desempleados, pero el consenso de expertos y agentes económicos es que el desempleo ha tocado techo en España.

 

En la industria de la moda no existen datos específicos sobre el número de parados ocasionados por el cierre de empresas y las reestructuraciones en las industrias textil, de confección y de cuero y calzado. Los datos de la Seguridad Social sí desvelan cómo estos sectores pierden capacidad empleadora, aunque la situación empieza a revertirse.

 

En noviembre, las industrias de la moda registraron una afiliación media a la Seguridad Social de 127.543 trabajadores, lo que representa un incremento de 2.882 personas respecto al mes anterior o, lo que es lo mismo, una subida del 2,3% en el número de empleos.

 

Esta subida dio continuidad al resultado de octubre, cuando el empleo de las industrias vinculadas al negocio de la moda registró un aumento de 1.107 afiliados. Además, el incremento registrado en noviembre fue superior al de noviembre de 2012, cuando se crearon 2.108 puntos de trabajo, y al del mismo mes de 2011, cuando la subida mensual se situó en 671 trabajadores.

 

Consumo: fin a la caída ‘infinita’

 Desempleo, reducción de salarios, caída de las rentas y, por último, subida de impuestos han formado en la actual crisis económica un cóctel venenoso para el consumo de las familias, que han recortado todos aquellos gastos prescindibles.

 

El Índice de Comercio al por Menor (ICM) es el mejor indicador sobre la marcha del consumo del conjunto de los sectores económicos. En septiembre, el indicador permitió poner punto y final a una larga fase de contracción del consumo de las familias españolas, al subir por primera vez tras tres años y dos meses consecutivos de caídas.

 

En septiembre de este 2013, el indicador registró una subida a precios constantes del 2,2% en relación al mismo mes de 2012. El vuelco no se consolidó en octubre, cuando las ventas del comercio cayeron un 0,6%, pero se atisba una lenta recuperación del consumo en el medio plazo.

 

Las ventas minoristas de productos de equipamiento personal (donde se inscriben los artículos de moda), también fueron al alza en septiembre, con un incremento interanual del 1,2% tras diecisiete meses a la baja.

 

Exportaciones: continúa el asalto internacional

 La buena marcha de la moda española en los mercados internacionales no es una novedad de 2013. Ante un mercado local inerte, las empresas españolas de moda han encontrado en los mercados exteriores su principal palanca de crecimiento y a lo largo de 2013 siguieron abrazadas a la misma.

 

De enero a octubre, las ventas de productos de textil y confección al exterior crecieron a un ritmo del 14% y las de calzado hasta un 10,6% por encima del mismo periodo del año anterior. Además, los aumentos en las exportaciones fueron menores (4,1% en textil y confección y sin variación en el calzado), permitiendo que la industria española de la moda redujera sustancialmente su déficit exterior.

 

Otro factor que constituye un brote verde es la mayor diversificación de la moda española en los mercados internacionales, es decir, su menor dependencia de un reducido número de mercados.

 

Frente a los países de la zona euro, que concentran cerca del 50% de las exportaciones españolas de moda, países como China, Reino Unido o Suiza se consolidaron en los tres primeros trimestre de 2013 como los mercados más calientes para la moda española, con aumentos de las exportaciones a ritmos del 30,4%, el 18,5% o el 16,9%.

 

Precios: sigue la atonía

 Un aspecto negativo en el repaso macro del ejercicio 2013 es la evolución de los precios. Lejos de reactivarse, la inflación en los productos de moda ha continuado a lo largo del ejercicio en niveles cercanos al cero, o incluso negativos, con subidas ineteranuales máximas del 0,3%.

 

La guerra de descuentos y promociones y la dura competencia en precios entre los principales operadores nacionales e internacionales del sector en España no permiten vislumbrar, de momento, una recuperación del nivel de precios que permita mejorar los márgenes de las compañías.

 

Industria: sin rumbo claro

 Por otro lado, los datos relativos a la actividad industrial en España no aportan ninguna tendencia clara. Muy al contrario, indicadores como el Índice de Producción Industrial (IPI) o el Índice de Cifras de Negocios (ICN) de la industria evolucionan con grandes subidas y descensos que se suceden mes a mes.

 

La evolución volátil dibuja un gráfico de dientes de sierra, que sólo denota la intensidad con la que vive este sector industrial manufacturero.