Entorno

2011, un año de evolución errática en la industria textil española

27 dic 2011 - 00:00

C. De Angelis.- Dientes de sierra. Esta es la forma que muestran los gráficos sobre la evolución de la mayoría de los indicadores macroeconómicos vinculados a la industria textil española a lo largo de 2011, en los que resulta imposible observar un patrón claro de comportamiento.

 

En el límite de su finalización, lo único que caracteriza a la mayoría de los indicadores es su comportamiento errático. Los periodos de subidas están sucedidos por periodos de bajadas y, después, por nuevos ascensos.

 

La complicada situación de la economía internacional y, sobre todo, la cambiante confianza de empresarios y consumidores, ha afectado de forma determinante a la actividad de la industria textil española, así como al consumo interno, la marcha de los precios y las exportaciones de prendas de vestir y del textil de cabecera.

El Índice de Producción Industrial (IPI) del sector textil, por ejemplo, ha registrado cinco cambios de tendencia a lo largo del ejercicio, entre enero y octubre. Las bajadas llegaron al 11,2%, la máxima caída, registrada en junio, y las subidas al 8,5%, en enero.

 

Estrechamente vinculado a la anterior, el Índice de Cifra de Negocios (ICN) del textil también ha cambiado de signo en cinco ocasiones, con descensos de hasta el 10,7%, en octubre, frente al ascenso de enero, del 20%.

 

Aunque el Índice de Precios Industriales (Ipri) vinculado al sector textil se ha mantenido en positivo durante los once primeros meses del ejercicio, no ha sido así en el Índice de Precios al Consumo (IPC) de vestido y calzado. De enero a junio, los precios al consumo de los productos de moda aumentaron, con tasas de hasta el 0,5%; de julio a septiembre, bajaron, con descensos de hasta el 0,2%, y a partir de octubre han vuelto a subir: en noviembre, el ascenso llegó al 0,5%.

Los altibajos fueron muy superiores en el sector exterior. Durante siete meses se han dado ascensos en las exportaciones de la industria textil, casi siempre de dos dígitos (llegaron a un espectacular 53,5% en octubre), mientras que han bajado en tres ocasiones: marzo, julio y septiembre, con un descenso máximo del 11,9% en septiembre.

 

A la espera de conocer los resultados de los últimos meses del año, que se difundirán en los primeros meses de 2012, queda clara una de las conclusiones del ejercicio: no existe un rumbo claro en la evolución de la industria textil española.