Empresa

Vanylu, bolsos de neopreno con padrino ‘techie’

Sandra Vega-Penichet abandonó el negocio del arte para adentrarse en la moda con Vanylu, apoyada por Marcos Alves, fundador de El Tenedor, y su hermano Eduardo Vega-Penichet, de Acotex.

Silvia Riera

18 ene 2018 - 04:47

Vanylu, bolsos de neopreno con padrino ‘techie’

 

 

Neopreno perforado para conquistar el mercado de los complementos. Sandra Vega-Penichet ha dejado atrás una trayectoria profesional de catorce años en el negocio del arte para lanzarse a la moda con Vanylu. Lo hace de la mano de Marcos Alves, fundador de El Tenedor, y de su hermano, Eduardo Vega-Penichet, secretario general de la Asociación del Comercio Textil y Complementos (Acotex).

 

La emprendedora explica que, desde siempre, tuvo a la moda como un hobby que le apasionaba y que, tras adentrarse en las singularidades del neopreno, decidió apostarlo todo a esta carta. Con cerca de 10.000 euros, Vega-Penichet arrancó Vanylu: encargó un primer pedido de quinientos bolsos y puso en marcha sus primeros pop up stores en mercadillos de diseño de Madrid.

 

Y, de la misma manera que se hacía antaño, la emprendedora se enfrentó a la puerta fría: se echó a las calles de Madrid con el muestrario bajo el brazo y un listado de comercios por ver. Así vendió su primera colección y logró sus primeros diez clientes multimarca.

 

 

 

 

Tras aquella primera victoria, Vega-Penichet redobló su apuesta y encargó 700 bolsos más. Un año después, y con 1.200 artículos vendidos, la empresaria implicó a su hermano Eduardo y captó el interés de Alves, que hacía pocos meses que había cerrado la venta de su portal de reservas online a Tripadvisor.

 

Con la entrada en la empresa de los dos nuevos socios, el proyecto ha tomado una nueva dimensión: acaba de realizar un nuevo pedido, ahora ya de 1.700 unidades, ha empezado a negociar con nuevos proveedores europeos, estudia el lanzamiento de sus primeros artículos de vestir (chaquetas y abrigos para mujer) y tantea ya la idea de extender la colección a hombre.

 

 

 

 

Con la llegada de los nuevos socios y, en especial de Alves, Vanylu ha empezado a pulir su negocio. “El proyecto ya estaba arrancado, ahora le estamos dando forma”, explica. En este sentido, la compañía acaba de poner en marcha su propio ecommerce, ha empezado a cuidar el packaging y a impulsar la comunicación a través de las redes sociales. En paralelo al desarrollo del negocio, Vega-Penichet y sus nuevos aliados han empezado también a negociar la entrada en el capital de un posible cuarto accionista. “Necesitamos a alguien que nos dé apoyo económico y preferiríamos que fuera del sector para poder orientarnos mejor”, señala la empresaria.

 

Emprender pasados los 40

Sandra Vega-Penichet escapa al estereotipo emprendedor del último boom de start ups en moda. Con 44 años de edad e hijos pequeños, la emprendedora se ha lanzado definitivamente a la piscina tras un primer año compaginando el arranque del proyecto con su anterior trabajo. “Ha sido una decisión difícil porque sé que, si no funciona, será complicado regresar al mercado laboral”, señala. “A la vuelta del verano dejé al fin un empleo en el que había estado los últimos cuatro años, pero tenía tantas ideas y tantas ganas que sabía que lo que me era ya imposible dejar era Vanylu”, afirma.