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Under Armour sigue los pasos de Le Coq Sportif y disuelve el consejo de su filial española

La filial española tendrá ahora como administradores solidarios a Daniel Alexander Rupp, director financiero para Europa, y Andrew Ernest Page, director global de merchandising.

L. Molina

14 may 2018 - 04:49

Under Armour sigue los pasos de Le Coq Sportif y disuelve el consejo de su filial española

 

 

Under Armour reorganiza su gobierno en España. El grupo estadounidense de moda y calzado deportivo ha decidido suprimir el consejo de administración en el país y ha nombrado en su lugar a dos administradores solidarios: Daniel Alexander Rupp, director financiero para Europa, y Andrew Ernest Page, director global de merchandising, según apareció publicado el pasado viernes en el Registro Mercantil.

 

Hasta ahora, la filial española de Under Armour, constituida en noviembre de 2016, estaba pilotada por un consejo de administración formado por cuatro miembros: Marc David Thomas, Page y Rupp, que presidía el órgano. La secretaria del consejo era Cecilia Pastor Caballero, integrante del bufete de abogados Baker&McKenzie. En paralelo, la compañía ha nombrado como apoderados de su filial española a Andrés Santiago Teran y Ana Trello Corrales.

 

La disolución del consejo de Under Armour en España se produce poco después de que otro grupo del sector, Le Coq Sportif, ejecutase la misma medida. La compañía francesa disolvió el órgano de gobierno de su filial en el país la semana pasada, colocando al director internacional de su departamento comercial, Frédéric Bazin, como administrador único.

 

 

 

 

Under Armour cuenta con cuatro tiendas en el mercado español. Los establecimientos están ubicados en San Sebastián de los Reyes (Madrid), Marratxí (Mallorca) y los complejos La Roca Village, a las afueras de Barcelona, y Las Rozas Village, en la capital española.

 

Además, la distribución de la empresa en el país se complementa con corners en centros de El Corte Inglés. El pasado diciembre, Under Armour reforzó su alianza con el grupo español de grandes almacenes con la apertura de tres nuevos puntos de venta en Portal del l’Àngel (Barcelona), Pintor Sorolla de Valencia y Puerto Banús en Marbella (Málaga).

 

Al frente del negocio de Under Armour en la Península Ibérica está Jens Ullbrich. El directivo ha configurado a lo largo de los últimos dieciocho meses un equipo para pilotar la región, con fichajes procedentes de empresas como Asics y Nike.

 

 

 

 

Periplo en el extranjero con cuentas en rojo

Under Armour está inmersa en un proceso de expansión fuera de su mercado doméstico y tiene a Europa en el punto de mira. Under Armour registró una facturación de 741 millones de dólares (630,5 millones de euros) fuera de su mercado doméstico en 2016, lo cual equivalió al 15,3% de la cifra de negocio total del grupo. En total, las ventas del grupo ese mismo año ascendieron a 4.828,2 millones de dólares (4.108,5 millones de euros). Con estos datos, la empresa deberá crecer un 35% en el extranjero entre 2017 y 2020 para alcanzar el objetivo que se ha marcado: 1.000 millones de dólares (850,8 millones de euros) fuera de Estados Unidos en 2020.

 

Uno de los ejes de la estrategia para garantizar el crecimiento de Under Armour en el Viejo Continente es la entrada en nuevas categorías de producto y el lanzamiento de colecciones para capitalizar el tirón del athleisureEn este sentido, la compañía empezará a comercializar este año la línea Perpetual, que será distribuida en España únicamente a través de los corners de Under Armour en centros de El Corte Inglés.

 

 

 

 

En todo el mundo, Under Armour se ha marcado la meta de facturar 11.000 millones de dólares (9.359,3 millones de euros) en tres años y convertirse en el tercer mayor grupo deportivo del mundo, por detrás de Nike y Adidas. No obstante, el desarrollo del negocio en 2017 pone en jaque su carrera de fondo.

 

La empresa entró en pérdidas en el ejercicio pasado, con unos números rojos de 48,2 millones de dólares (39,2 millones de euros). Por otra parte, las ventas de Under Armour se elevaron un 3%, hasta 4.976,5 millones de dólares (4.053,8 millones de euros), gracias al impulso de la marca en Europa, que mitigó el retroceso del negocio en Norteamérica.