Under Armour arranca el año en números rojos, pese elevar sus ventas un 6%

Under Armour sigue en plena reestructuración. El grupo de moda y equipamiento deportivo cerró el primer trimestre con unas pérdidas de 30,2 millones de dólares (25 millones de euros), después de asumir 37,48 millones de dólares (31 millones de euros) de gastos de reorganización. 

Las ventas subieron un 6%, hasta 1.185 millones de dólares (979,6 millones de euros). “Nuestros resultados del primer trimestre demuestran un progreso medido en contra de nuestro enfoque en la excelencia operativa y en ser una mejor compañía”, ha explicado Kevin Plank, presidente y consejero delegado de Under Armour. 

“Seguimos confiando en nuestra capacidad para cumplir con nuestros objetivos anuales”, ha añadido el ejecutivo. Su previsión es que el beneficio operativo se sitúe entre veinte millones de dólares y treinta millones de dólares en 2018 (entre 16,5 millones de euros y 24,8 millones de euros), mientras que las ventas no subirán más de un 5%. 

La cifra de negocio al canal mayorista subieron un 1%, hasta 779 millones de dólares (643,8 millones de euros), mientras que las ventas directas a consumidores se dispararon un 17% y alcanzaron los 352 millones de dólares (291 millones) entre enero y marzo. Su red ha ido al alza, pasando de 245 a 297 tiendas en un trimestre, sobre todo con el formato outlet, que ha sumado treinta establecimientos. 

Por mercados geográficos, el problema de la marca sigue estando en Norteamérica, donde su negocio retrocedió un 1% y se situó en 867,5 millones de dólares (716,9 millones de euros). Los ingresos procedentes del extranjero subieron un 27%, hasta 318 millones de dólares (262,8 millones de euros). En cuanto a líneas de producto, la venta de ropa generó un 7% más, hasta 766 millones de dólares (633 millones de euros), sobre todo impulsada por las prendas de entrenamiento para hombre, según Under Armour. 

Los ingresos por calzado fueron de 272 millones de dólares (224 millones), un 1% más, un lento avance que atribuyen al menor ritmo de actividad en deportes de equipo. La facturación por accesorios subió un 3%, hasta 92 millones de dólares (76 millones), mientras que sus aplicaciones de fitness facturaron un 34,4% más, hasta 28,83 millones de dólares (23,8 millones de euros).