Empresa

Treinta de Febrero, del ‘brick’ al ‘click’ y viceversa

I. P. Gestal

16 oct 2015 - 04:32

 

La historia de Treinta de Febrero es la de un  economista que trabajaba en el sector inmobiliario que decidió dar el salto a la moda y comenzar a vender por Internet, para volver, después, al ladrillo. En febrero de 2014, Eduardo García se unió a un socio financiero y decidió desarrollar su propio modelo de negocio basado en el lujo accesible. Se formó y puso en marcha Treinta de Febrero con una inversión inicial de 240.000 euros.

 

Desde entonces, la compañía ha despegado gracias a inyecciones de capital y ha decidido saltar del click al brick con un proyecto de expansión sólido, que incluye tiendas propias, establecimientos multimarca y franquicias.La empresa comenzó con una tienda en Barcelona, donde tenía la sede, pero los objetivos desde el principio pasaban por tejer una red de retail en las grandes ciudades y crecer también en el extranjero.

 

La moda afrancesada de la compañía, con precios accesibles y fabricada en talleres de Cataluña, funcionó entre las jóvenes barcelonesas, y en octubre de este año la compañía ya subió la persiana de su segundo punto de venta, en Madrid.Entonces, la empresa logró levantar otros 240.000 euros en una ronda de financiación con la que impulsar su red de retail. Entre los socios figuran el Instituto Catalán de Finanzas, la entidad pública de financiación Enisa y un inversor británico particular, que controla el 20% del capital.

 

Con todo, el 70% de la compañía sigue en manos del fundador. “Antes de final de año queremos poner en marcha una nueva ronda de entre 300.000 euros y 500.000 euros”, explicaba entonces Eduardo García.Entre sus planes inmediatos se encuentra también abrir otras cinco tiendas y comenzar a distribuir en puntos de venta en el canal multimarca. El próximo año, la compañía quiere también comenzar a negociar la entrada en El Corte Inglés.Pero, pese a sus ambiciosos planes, el responsable de la empresa todavía conserva la cautela: “la idea es ir viendo la respuesta del consumidor y plantearnos para la nueva temporada si llegar o no a más tiendas”, explica García. La compañía espera cerrar su primer ejercicio con unas ventas de entre 450.000 euros y 600.000 euros.