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TLB Mallorca, el camino en solitario de un ex Yanko en el calzado de lujo

El empresario mallorquín Antoni Llobera está detrás de este proyecto, que echó a andar después de transformar una fábrica de calzado para mujer en la localidad de Inca.

S. Riera

15 may 2018 - 04:30

TLB Mallorca, el camino en solitario de un ex Yanko en el calzado de lujo

 

TLB Mallorca, calzado de lujo made in Mallorca. El empresario mallorquín Antoni Llobera arranca su andadura en solitario después de salir de Yanko, la marca que resucitó en 2013  junto a su entonces socio, el también empresario Pedro Galindo. Con una inversión de más de 400.000 euros, Llobera ha reconvertido una fábrica de calzado para señora en una factoría de zapatos de lujo para caballero, que ha empezado a comercializar en puntos de venta en Europa y Asia.

 

“En nuestra familia, tanto mi abuelo como mi padre como yo, siempre hemos trabajado para otras marcas y quise emprender”, explica Antoni Llobera. Su primer proyecto fue con Galindo, cuando se aliaron para rescatar Yanko de los juzgados. Sin embargo, con el tiempo, ambos se percataron que tenían diferentes maneras de ver el negocio y decidieron tirar por caminos diferentes.

 

Llobera procede de una saga familiar vinculada a la industria de la piel en Mallorca. Su abuelo, Jaime Llobera, diseñó y fabricó maquinaria para realizar el trenzado; su padre, Miguel Llobera, montó una fábrica de corbatas de piel, que más tarde amplió en cinturones y complementos también de piel. De hecho, fue trabajando en la factoría de su padre cuando Antoni Llobera entró en contacto con Yanko, del que era proveedor.

 

 

 

 

“En Yanko sí trabajé para mi propia marca, pero no lo sentía como tal y decidí salir”, explica Llobera, quien explica que desoyó otras ofertas del sector para lanzarse en solitario y construir de cero su propia firma. El arranque fue difícil, pero con el viento a favor. El empresario tuvo la oportunidad de tomar las instalaciones de una fábrica de calzado para mujer cuyo dueño se jubiló y cesó la producción.

 

Llobera transformó la factoría, compró la maquinaria adecuada, las pieles y destinó los primeros meses a formar a los artesanos y a desarrollar las hormas. “Para hacer una marca de lujo necesitaba tener la fábrica, considero que si no se hace así es engañar al consumidor, es venderle un Seat a un precio de BWM”, asegura.

 

“Después de unos cuatro primeros meses muy complicados, conseguimos un producto de mucha calidad, con materiales de prestigio, fabricado en Mallorca y a un precio justo”, apunta el empresario. En la actualidad, TLB Mallorca produce 150 pares diarios y cuenta con una plantilla en fábrica de 45 trabajadores.

 

 

 

 

El proyecto echó a andar en marzo del año pasado; el primer piloto lo obtuvieron en julio, y en octubre empezaron a vender su primera colección a tiendas muy selectivas, centros comerciales de lujo, zapaterías de gama alta y sastrerías. Por el momento, la marca está ya presente en puntos de venta en Japón, Taiwán, Singapur, Hong Kong Francia, Suecia, Polonia y Suiza.

 

Su siguiente paso será acelerar en su expansión internacional. Según explica Llobera, la empresa ultima la entrada en Corea del Sur, Alemania y Turquía. Para el medio plazo, la compañía tiene previsto abordar también Estados Unidos. El mercado español, por ahora, queda en segundo lugar. “En España, me siento a pensar a quién le vendo y la página está en blanco”, asegura el empresario.

 

Por otro lado, TLB Mallorca también ha puesto en marcha su tienda online en busca del contacto directo con el consumidor. “Pensamos que en menos de cinco años la mitad de la producción se podría canalizar a través de la venta online”, señala Llobera, quien explica que en la actualidad representa un porcentaje muy bajo, de un 1% sobre el total de las ventas.

 

Pese a ser una start up, la compañía no parte de cero. “Este es un sector muy complicado y de muy difícil acceso”, asegura el emprendedor, quien señala que es muy alentador que la mayoría de las puertas a las que han llamado desde octubre les han atendido y han empezado a trabaja con ellos sin ser reconocidos en el mercado.