Empresa

Tavex, el gigante del denim que pierde su acento español

S. Riera

30 sep 2014 - 04:47

 

Tavex está a las puertas de dar un nuevo viraje a su trayectoria. El grupo textil, uno de los mayores grupos del mundo en el segmento del denim, podría pasar a manos de la empresa brasileña Camargo Correa, con sede en Sao Paulo, si obtiene el visto bueno de sus accionistas. La compañía carioca ha lanzado una opa de exclusión para garantizar la continuidad de Tavex, que ha sido incapaz de digerir su fusión con Santista en 2006.

 

La textil guipuzcoana, cuyos inicios se sitúan en la localidad de Bergara en 1846, está a punto de perder su acento español. La compañía empezó a hablar portugués ocho años atrás, cuando se fusionó con su competidora en Brasil, Santista, para crear el Grupo Tavex, que pasó a liderar la producción mundial de denim. Hoy, la empresa alcanza una cuota de mercado en el segmento denim del 15% en Europa y del 4% a nivel mundial.

 

La compañía resultante emprendió entonces un proceso de reestructuración para ajustar los activos y activó un plan de crecimiento. Ambas medidas contribuyeron a acrecentar la deuda de la compañía, que a cierre del ejercicio 2013 situó en 298,4 millones de euros. A esta cifra hay que sumar la deuda con financiación de capital circulante, que Tavex separa de la anterior y que calcula en 31,1 millones de euros. El año pasado, la compañía facturó 381,9 millones de euros.

 

Fuentes cercanas a la compañía aseguran que la fórmula de la fusión entre Tavex y Santista fue buena, que se realizó en el momento adecuado y que estuvo bien planteada, pero que no ha funcionado. La concentración era una de las pocas estrategias para erigirse como un líder global, pero la integración no cuajó. Desde 2006, el grupo ha cerrado sus sucesivos ejercicios en números rojos.

 

En 2011, la compañía logró reducir sus pérdidas al nivel más bajo desde la fusión, hasta 12,52 millones de euros, y alcanzó una facturación récord de 474,5 millones de euros. Sin embargo, la empresa no consolidó la recuperación y, un año después, multiplicó por siete sus números rojos. Entre 2012 y 2013, Tavex se vio obligada a llevar a cabo dos reducciones de capital para compensar pérdidas, que disminuyeron el valor nominal de las acciones de 0,92 euros a 0,10 euros.

 

 

Una costosa reestructuración

 

Tras la fusión, el objetivo de Tavex fue centralizar toda su capacidad productiva en tres polos: Marruecos, México y Brasil. En 2010, la compañía echó el cierre a su planta en Chile, que empleaba a 370 trabajadores, y a la fábrica de Bergara, la única que mantenía en España. En la actualidad, la compañía cuenta con ocho centros de producción en Argentina, Brasil, Marruecos y México, con una capacidad anual de más de 150 millones de metros.

 

La reestructuración de la compañía se complicó con el traslado de la producción de España a Marruecos y unos inicios difíciles en México, que coincidieron con la crisis financiera y de consumo en Europa y Estados Unidos, que lastraron las ventas de la compañía en dos de sus principales mercados, según explican estas mismas fuentes. Tampoco el mercado brasileño respondió según las expectativas.

 

En 2013, tras multiplicar las pérdidas de 2012, la empresa emprendió una reestructuración interna, que empezó con el adelgazamiento del consejo de administración, que pasó de once miembros a siete. La compañía reorganizó también el equipo directivo y eliminó la figura del director general ejecutivo, que hasta entonces ocupaba Ricardo Antonio Weiss, para establecer cuatro direcciones generales: Europa, Brasil y Norte América; workwear para Argentina y Brasil; denim Brasil, y servicios corporativos.

 

Más adelante, el grupo dio marcha atrás y rescató el cargo de director general, que hoy ocupa Rodrigo Cardoso Barbosa, director adjunto del grupo Camargo Correa.

 

Problemas de financiación

 

Uno de los principales problemas de Tavex a lo largo de estos años ha sido la financiación. En los últimos cuatro años, la empresa ha buscado diferentes fórmulas para lograr liquidez.  En 2010 y 2012, la compañía creó un fondo de titularización con sus cuentas pendientes de cobro en Brasil en busca de nuevas vías de financiación más allá del crédito bancario.

 

También en 2012, el fondo Mercapital anunció su interés por lanzar una opa de exclusión sobre Tavex, con el visto bueno de Camargo Correa. La operación, sujeta a un proceso de due dilligence, no llegó a fraguar.

 

En junio, la compañía emitió bonos no cotizados por 145 millones de euros a un plazo de dos años para refinanciar su deuda. La emisión, que se colocó entre inversores institucionales, estuvo avalada por Camargo Correa. La compañía reconoció entonces tener un endeudamiento “por encima de lo deseado” y estar buscando nuevas opciones para atajar la situación.

 

 

Un mes después, Tavex aprobó la contratación de un préstamo participativo con Camargo Correa de 32 millones de euros para restablecer su situación patrimonial

 

La nueva propuesta ha llegado de la mano de su principal accionista, Camargo Correa, propietario de Alpargatas (Havaianas). La empresa brasileña ha anunciado una opa de exclusión sobre Tavex para lograr financiación, ya que la escasa liquidez de las acciones limita a los actuales accionistas a vender su participación.

 

Hace un año, su competidora en Brasil, Vicunha Textil, llevó a cabo una operación similar para abandonar la bolsa de Sao Paulo. En aquel entonces, la compañía se hizo con el 1,18% del capital que estaba en el mercado.

 

Tavex, empresa brasileña

 

De aprobarse la opa de exclusión lanzada por Camargo Correa, Tavex perdería todo su acento español. En el momento en que Tavex deje de cotizar en el parqué de Madrid, perderá la influencia que tenía en el mercado español de valores y pasaría a manos de una sociedad carioca.

 

El grupo trasladó definitivamente sus oficinas centrales a Sao Paulo en 2012 después de la reestructuración interna. Desde entonces, la empresa ha continuado operando en España a través de las oficinas que mantiene en Bergara, Madrid y Valencia, donde concentra la actividad comercial, administrativa y de I+D para el mercado europeo.