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Sybilla ultima la apertura de su capital con la entrada de Rafael Abitbol mientras sigue en concurso

P. Riaño/ C. Pareja/ S. Riera

23 nov 2015 - 05:00

 

Sybilla echa leña al fuego de su relanzamiento. La firma de la histórica diseñadora española Sybilla Sorondo se prepara para abrir su capital. La sociedad Programas Exteriores, que gestiona el desarrollo de la marca, incorporará a nuevos accionistas durante los próximos meses, el primero de los cuales será Rafael Abitbol, ex director general de Hoss Intropia y actual directivo de Sybilla, que ha firmado una opción de compra sobre parte del capital. Sybilla, que acaba de recibir el Premio Nacional de Diseño de Moda del Ministerio de Cultura, se encuentra en concurso de acreedores.

 

La compañía está actualmente en proceso de búsqueda de nuevos inversores, que podrían ser tanto socios particulares como grupos industriales. La empresa no ha detallado qué cantidad desea captar en el momento que realice una ampliación de capital. En el accionariado de Programas Exteriores figuran actualmente la diseñadora Sybilla Sorondo, así como Cibrán VázquezManuel Arango y otras personas cercanas a la creativa.

 

Rafael Abitbol se incorporó a Sybilla como director general el pasado septiembre. Fuentes de la empresa explican que está abierto un proceso de búsqueda de un nuevo primer ejecutivo, ya que Abitbol pasará a ocupar el puesto de consejero.

 

 

Según han explicado a Modaes.es fuentes cercanas a la empresa, el grueso de la actividad de Sybilla procede actualmente de la distribución en el mercado japonés. De hecho, en las cuentas del ejercicio 2009 (año en el cual Programas Exteriores entró en concurso), la sociedad reconoce que “desarrolla una gran parte de su actividad con el cliente japonés Itokin bajo un acuerdo entre las partes formalizado en un contrato a largo plazo renovado el 1 de septiembre de 2009 y cuyo vencimiento es el 31 de enero de 2015”.

 

La compañía ha asegurado a Modaes.es que ha renovado el acuerdo con Itokin para cinco años más. El mercado nipón representa actualmente el 60% del negocio de la diseñadora, mientras el resto procede de las ventas generadas en las tiendas temporales abiertas durante los últimos meses.

 

Sybilla obtenía el 57,25% de sus ingresos en 2009 gracias al acuerdo con Itokin, que controla la licencia de la marca. De hecho, Itokin tiene activa la página web Sybilla.net, mientras la española Sybilla.es permanece en construcción.

 

Itokin detalla en su página web los fabricantes de los diferentes productos que comercializa bajo la marca Sybilla. Guantes, gafas, pañuelos, paraguas y artículos para la lluvia, menaje para el hogar (desde cubiertos hasta platos) o toallas son algunos de ellos.

 

 

En 2009, Programas Exteriores registró una cifra de negocio de 1,68 millones de euros, lo que supuso una brusca caída desde los 5,11 millones de euros del año anterior. La sociedad entró en pérdidas en 2009, con unos números rojos de 1,22 millones de euros.

 

Los fondos propios de la sociedad se situaban en 2009 en 528.886 euros (una tercera parte del año anterior), mientras la deuda a corto plazo con entidades de crédito ascendía a más de dos millones de euros.

 

 

 

Concurso de acreedores

 

Programas Exteriores se encuentra en situación concursal desde 2009. A 31 de diciembre de 2009, Programas Exteriores presentaba un fondo de maniobra negativo. La empresa asegura que en el informe de gestión del ejercicio 2009 que se vio abocada a la insolvencia por una “importante disminución de los ingresos por ventas y las dificultades para hacer frente a las deudas a corto plazo”.

 

 

El plan de viabilidad presentado por la sociedad se basó en “concentrar la actividad de la compañía en la única línea de negocio rentable” en los años anteriores: “la elaboración de diseño y complementos de moda, el asesoramiento en márketing y publicidad y, en general, el know-how de las marcas. De esta forma, se renunciaría a la fabricación y venta de productos a través de las marcas Sybilla y Jocomomola by Sybilla”.

 

La empresa tenía intención también de vender la sede social de la empresa y traspasar el alquiler del local del callejón de Jorge Juan para cumplir con el calendario de pagos de las deudas del concurso. Se propuso también llevar a cabo una ampliación de capital de entre 100.000 euros y 200.000 euros, que todavía no se ha producido.

 

Fuentes oficiales de la compañía han asegurado que el plan de viabilidad ha sido modificado con posterioridad, si bien no han precisado los detalles del mismo.

 

Relanzamiento y nuevos socios

 

Sybilla ha regresado al negocio de la moda en 2015 después de haber roto con sus antiguos socios, Martín Varsavsky y Miguel Salís, para retomar el control de sus marcas, Sybilla y Jocomomola.

 

En 2015, Sybilla ha sido reconocida con el Premio Nacional de Diseño de Moda, otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. El premio, con una dotación de 30.000 euros, es a título personal y no corresponde a Programas Exteriores, según han aclarado a Modaes.es fuentes del Ministerio.

 

 

Sybilla fue en la década de los ochenta una de las diseñadoras más aplaudidas a nivel internacional, hasta el punto que la prensa de entonces llegó a vincular su nombre a la tradición de Balenciaga. La creadora realizó su primer desfile en 1981 y fue una de las pioneras en participar en la recién estrenada Pasarela Gaudí.

 

A finales de los ochenta, Sybilla comenzó a trabajar con el grupo industrial italiano Gibo para la producción y distribución de sus prendas. En aquellos años, la diseñadora empezó a diversificar y lanzó colecciones de bolsos, calzado, prendas de punto y ropa de cama, además de dar el salto al mercado japonés con una primera tienda en Tokio.

 

En los noventa, la creadora inició una etapa de retiro en Mallorca, aunque continuó con el negocio de licencias e impulsó la línea joven Jocomomola, la de hogar Sybilla Casa y la de moda nupcial y fiesta Sybilla Noche. Tras un parón de casi dos décadas, la diseñadora regresó al mundo de la moda en dos fases. Una primera a través de la fundación Fabrics for Freedom para la producción de tejidos sostenibles y, más adelante, con su propia marca de moda.

 

El año pasado, la creadora rompió con sus antiguos socios e inició una nueva etapa, que dio sus primeros frutos en la primavera-verano 2015 con el lanzamiento de su primera colección en años.