Superdry ajusta su operativa: negocia alquileres, pospone inversiones y reordena compras

Superdry admite que no cumplirá las previsiones marcadas para el ejercicio 2020. Para hacer frente al impacto de la crisis del coronavirus, el grupo británico ha puesto en marcha una serie de medidas, la principal de las cuales es la negociación de las rentas de los locales que ocupa.

Según señaló ayer la compañía, Superdry ha abierto negociaciones con los propietarios de los espacios en que opera para obtener un “alivio” en el pago de los alquileres, sin precisar si su objetivo es conseguir descuentos o carencias. A lo largo de los últimos días, cada vez son más las compañías que optan por esta medida ante el cierre de los puntos de venta decretado por los gobiernos de diferentes países.

Además de esta, Superdry pondrá en marcha otras medidas para “preservar su liquidez”, incluyendo reducción de costes, aplazamiento de los planes de inversión, así como “cambios potenciales en los tiempos y estructura de las compras de stock para la próxima colección”. En paralelo, la empresa está en conversaciones con la banca y otras entidades para obtener “flexibilidad y liquidez” para hacer frente a “este periodo de incertidumbre”.

“Estamos tomando medidas de mitigación allí donde podemos, pero la situación es muy fluida e incierta, y estamos trabajando para establecer financiación adicional para asegurar nuestra recuperación”, señaló Julian Dunkerton, consejero delegado del grupo.