Empresa

Silbon, diez años del ‘benjamín’ en la batalla por el hombre

La compañía de moda masculina echó a andar en 2009 con sólo 3.000 euros de inversión de la mano de Pablo López y Rafael Díaz, en plena oleada de nuevas empresas en el sector. 

Jaime Cevallos

10 oct 2018 - 04:51

Silbon, diez años del ‘benjamín’ en la batalla por el hombre

 

 

Tres mil euros, treinta americanas y un piso en el centro de Córdoba. Este fue el punto de partida con el que Pablo López y Rafael Díaz trataron en 2009 de subirse a una creciente ola de la moda masculina en España, encabezada entonces por El Ganso y Scalpers. Silbon, el nombre de la marca que pusieron en marcha los dos emprendedores, apostó por un estilo a medio camino entre el British de la compañía de los Cebrián y el clasicismo andaluz revisitado por los sevillanos de Scalpers.

 

Si un ganso es el símbolo de los primeros y una calavera el de los segundos, Silbon tenía como logo en sus inicios un pato. Tanto el logo como el nombre se inspiraron en el pato silbón, que los dos fundadores vieron un un zoológico. El target de edad era, además, ligeramente inferior al de sus dos grandes competidores, concentrándose en jóvenes de entre veinte y treinta años. 

 

Con poco más de treinta años y sin experiencia en el sector textil, salvo el periodo que Díaz había trabajado como dependiente en Caramelo y Tommy Hilfiger, los dos emprendedores comenzaron a madurar la idea de poner en marcha su propia firma de moda en 2009. Desde los inicios, Díaz se colocó al frente de producto y López, ex consultor de Deloitte, de la gestión. Ese mismo año, Silbon lanzó una primera serie de treinta americanas, que comercializó en una habitación de la casa de uno de sus fundadores.

 

 

 

 

Las prendas se producían entonces en talleres de toda España y se vendían a un precio medio de entre 120 euros y 130 euros. La marca comenzó a despegar gracias al boca-oreja, las redes sociales y su presencia en eventos de la vida social cordobesa. Con todo, entonces su único punto de venta era un piso en el centro de Córdoba propiedad de uno de los socios.

 

Aunque España se encontraba entonces   en plena crisis y el consumo estaba a la baja, Silbon dio sus primeros pasos en plena era dorada de la moda masculina en el país. Tras la estela de El Ganso (fundada en 2007) nacieron también Harper&Neyer, Fields o Lander Urquijo, y otras empresas de mayor trayectoria como Macson vivieron una nueva juventud.

 

Silbon comenzó a expandirse a través del canal multimarca y con tienda propias, pero en 2012, sólo dos años después de su fundación, llegó su primer bache. “La colección de primavera-verano no funcionó y tuvimos que cerrar la tienda que habíamos abierto ese mismo año en Granada por baja rentabilidad”, recuerda López. Con todo, Silbon logró salvar el ejercicio gracias a su tienda de Madrid, que abrió ese mismo año y que evolucionó bien desde el primer momento. La compañía continuó expandiéndose, hasta sumar en la actualidad dieciséis tiendas y tres corners en El Corte Inglés, y diversificando su oferta, cubriendo el total look y entrando incluso en nuevos públicos como el infantil.

 

 

 

 

 

Salto adelante

En los últimos años, Silbon ha acelerado, alcanzando nuevos hitos y abriendo por primera vez su capital. En 2016, la empresa dio entrada en su accionariado a Juan Jurado Vélez, su franquiciado en las Islas Canarias, que actualmente controla el 10% de la compañía.

 

El ejercicio 2018 ha sido de nuevo un año clave para la empresa. Silbon ha diversificado con el lanzamiento de un spin off de la marca dedicado al público infantil, Silbon Kids, y ha emprendido su conquista del extranjero con la apertura de su primera tienda en París, en la que ha invertido 250.000 euros. El objetivo de la empresa es que este establecimiento sirva de escaparate para introducir la marca en el mercado galo y darla a conocer también entre los 33 millones de turistas que cada año visitan la ciudad. En 2019, Silbon complementará su presencia física con el lanzamiento de su plataforma de ecommerce para el mercado francés.

 

Los siguientes pasos de Silbon pasan por aterrizar en Londres y, más tarde, en Lisboa, continuando la estrategia online y offline que está siguiendo en Francia. De hecho, las ventas a través de Internet copan ya el 25% de la facturación del grupo, que ascenderá a ocho millones de euros este año. En enero de 2019, Silbon estrenará una aplicación online así como una nueva página web con la que pretende penetrar en los mercados europeos.

 

 

 

 

En España, en cambio, Silbon está concentrando sus esfuerzos en la expansión en El Corte Inglés, donde prevé poner en marcha cuatro nuevos corners este año. En cambio, la compañía dejará en stand by su desarrollo con tiendas propias, a las puertas de batir la barrera de los veinte establecimientos en el país, para volcarse en el canal online.

 

La empresa mantiene su sede en Córdoba, donde emplea a 35 personas, aunque ha reorganizado su estrategia inicial de aprovisionamiento para ganar margen. España continúa siendo su principal polo de producción, copando el 40%, seguida de Portugal, con el 35%. El 25% restante se reparte entre el Lejano Oriente y Turquía,  uno de los principales hubs productivos en proximidad de la industria europea de la moda.

 

La compañía, que continúa creciendo a doble dígito cada año, mantiene un posicionamiento de precios medio, con alrededor de cien euros por americana, trajes a 250 euros y abrigos de plumas por menos de noventa euros. Silbon cumplirá el año que viene diez años de trayectoria sin grandes estridencias, ni expansiones aceleradas, pero manteniendo su lugar en una batalla, la del hombre, que está más competida que nunca.