Empresa

Sherpa Capital cimenta la creación de un grupo textil más allá de Dogi tras la compra de Treiss

Tras la compra del interproveedor Treiss por parte de Dogi, el fondo inversor continúa rastreando otras adquisiciones en el sector.

S. Riera

26 sep 2016 - 04:54

 

Sherpa Capital sienta las bases para la construcción del grupo textil a partir de Dogi. El fondo inversor continúa buscando oportunidades de compra en el sector con miras a construir un conglomerado empresarial que trascienda al fabricante de tejido elástico y cumplir así con el plan a 2020, que contempla engrosar el tamaño de Dogi hasta 200 millones de euros.

 

En su última junta de accionistas, celebrada la semana pasada, Dogi aprobó la adquisición del interproveedor textil Treiss, un acuerdo que Sherpa Capital, accionista mayoritario, había cerrado el pasado agosto. En la actualidad, el fondo de inversión es propietario de tres compañías textiles: Treiss se suma a Dogi en El Masnou (Barcelona) y a Elastic Fabrics of America (EFA), en Greensborough (Estados Unidos).

 

“Seguimos activos en adquisiciones”, ha afirmado el presidente del grupo inversor, Eduardo Navarro, a Modaes.es. “Estamos siguiendo el plan que presentamos en 2015, llevamos un año sembrando y ahora estamos empezando a recoger”, ha señalado el empresario.

 

Sherpa Capital está estudiando ahora la posibilidad de dotar al grupo de un nombre representativo para dotarle de identidad. “No hemos decidido aún si mantendremos Dogi en el nombre, a favor tiene su historia y trayectoria, pero en contra, las turbulencias de los últimos años”, ha explicado Navarro.

 

 

El grupo inversor entró en el sector textil en 2014 con la adquisición de una participación mayoritaria en la compañía textil, una histórica del sector en Cataluña y que en aquel momento estaba al borde de la quiebra. La operación se acompañó de un préstamo participativo de un millón de euros de Avança, el brazo financiero de la Generalitat de Cataluña.

 

Sherpa Capital inyectó al grupo textil 3,8 millones de euros y dedicó su primer año en la empresa a recapitalizarla, dotarla de solidez financiera y restablecer su equilibrio patrimonial. A mediados de 2015, el fondo presentó un plan estratégico hasta 2020 para impulsar las ventas hasta los 200 millones de euros a través del crecimiento orgánico, pero también de la mano de adquisiciones.

 

Para llevar a cabo compras en el sector, el nuevo dueño de Dogi se alió con Fidentiis, especializado en identificar oportunidades de inversión, para acelerar el proceso. De hecho, a principios de 2016, Sherpa Capital fue uno de los inversores que pujó por la española Tavex, que finalmente fue a manos de Manuel Rein, un antiguo accionista.

 

En el primer trimestre de 2016, el ebitda de Dogi se situó en 95.000 euros en positivo, gracias a la mejora operativa de las dos fábricas del grupo, la de El Masnou y la de Greensborough (Estados Unidos). Sin embargo, la empresa cerró los tres primeros meses del año con pérdidas de 871.000 euros perjudicada por el impacto de la divisa. En este periodo, la compañía textil disminuyó también las ventas un 3,3%, hasta 10,6 millones de euros.