Empresa

Sherpa barre la deuda de Dogi y encara un año de transición para reflotar la empresa textil

Modaes

19 may 2014 - 04:55

Sherpa ha puesto a cero el contador de Dogi. El fondo inversor, que aún está inmerso en el proceso de absorción de la compañía textil, ha barrido la deuda que tenía la empresa catalana y que representaba uno de los principales lastres para su continuidad. Después de la negociación con los acreedores, Dogi ha pasado de tener una deuda de 28,6 millones de euros a 31 de diciembre de 2013 a 5,2 millones de euros en la actualidad.

 

Una de las condiciones que Sherpa puso sobre la mesa para adquirir la empresa textil fue una novación del convenio de acreedores. El fondo negoció entonces una quita del 90% de la deuda ordinaria pendiente de pago y el abono del 10% restante en los próximos diez años, con una carencia de los tres primeros. En cuanto a la deuda subordinada, Sherpa logró una quita por el 100% del valor.

 

No todos los acreedores se han sumado a la novación del convenio. El nuevo propietario de Dogi ha alcanzado acuerdos bilaterales con los acreedores concursales que no se han adherido a la novación. En total, el impacto en los estados financieros de las quitas se estima en 19,5 millones de euros, según ha comunicado Dogi a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

 

En cuanto a la deuda contraída después del concurso, Dogi ha alcanzado un acuerdo con la entidad financiera Deustche Bank por un préstamo de 1,4 millones de euros. La compañía ha negociado una quita del 25%, además de condicionar otro 25% a que se alcance un Ebitda determinado y alargar el pago del 50% restante en los próximos cinco años.

 

Este préstamo iba asociado a otro de carácter participativo por valor de 200.000 euros, del que se ha pactado una quita del 50% y a devolver el 50% restante hasta 2019. Por otro lado, Deustche Bank se ha comprometido a mantener las líneas de circulante por un importe de tres millones de euros durante los próximos tres años.

 

Sherpa ha renegociado también el alquiler del inmueble de El Masnou (Barcelona) donde Dogi realiza su actividad con la empresa propietaria, Investholding, que controla Josep Domènech, hasta ahora presidente de la compañía textil. Por último, Dogi también ha pagado las indemnizaciones del último expediente de regulación de empleo (ERE), que se llevó a cabo en enero y afectó a 37 trabajadores.

 

La reestructuración de la deuda fue una de las condiciones que exigió Sherpa para inyectar 3,8 millones de euros en Dogi y restablecer su situación patrimonial. El grupo inversor pidió también revisar el contrato de alquiler, optimizar la estructura organizativa de la empresa y un pacto con los trabajadores sobre las remuneraciones pendientes de pago.

 

Las otras dos condiciones que puso el fondo inversor fue abrir un proceso de due dilligence y el compromiso de la Generalitat de Cataluña de que se involucrara con un préstamo participativo por una cantidad mínima de un millón de euros.

 

En la actualidad, Sherpa está en pleno proceso de adquisición de la compañía. Por ahora, Businessgate, la sociedad a través de la cual el fondo entra en el capital de Dogi, ya ha aportado los fondos correspondientes a un primer aumento de capital y se ha comprometido a aportar los fondos necesarios en una segunda ampliación para completar los 3,8 millones de euros pactados. Por otro lado, Dogi ya ha formalizado un acuerdo de financiación con Advançsa (sociedad de participaciones industriales de la Generalitat) para que se otorgue el préstamo de un millón de euros.

 

Una vez concluya todo el proceso, Sherpa se incorpore como nuevo socio de referencia en el capital de Dogi y la compañía haya restablecido su equilibrio patrimonial, los nuevos propietarios tienen previsto recuperar la senda de crecimiento a partir de potenciar las operaciones en los segmentos de mercado en los que la empresa ya trabaja, entrar en nuevas áreas de actividad con el desarrollo de nuevos productos y abarcar nuevos segmentos de mercado.