Richemont se desploma y contrae un 51% su beneficio en el primer semestre

Richemont, cuesta abajo y sin frenos. El conglomerado suizo de lujo redujo su beneficio en el primer semestre un 51%, hasta 540 millones de euros. Según la compañía, las difíciles condiciones del mercado y el impacto de los costes de reestructuración de en torno a 65 millones de euros han sido las principales causas de la caída de su resultado neto.

La cifra de negocio del grupo también se resintió en la primera mitad del año. Richemont registró una facturación de 5.086 millones de euros, un 13% menos que en el mismo periodo del año anterior, cuando sus ventas se situaron en 5.821 millones de euros.

Por mercados, Asia Pacífico continúa siendo el mercado que más aporta al grupo, con unas ventas en la región de 1.769 millones de euros. Aun así, el grupo ha visto cómo sus ventas se frenaban un 8% en este mercado en los seis primeros meses del año.

El país donde Richemont ha registrado su mayor caída ha sido Japón, que aportó 477 millones de euros al total del grupo, un 22% menos que un año antes. Europa, el segundo mercado para la empresa, también frenó sus ventas, un 17%, hasta 1.587 millones de euros.

Richemont ha decidido reordenar toda su cúpula directiva para hacer frente a los retos a los que se enfrenta la industria del lujo en la actualidad

Por canales de distribución, el multimarca continúa reduciendo su peso en el grupo. En los seis primeros meses del año, Richemont redujo sus ventas en wholesale un 20%, hasta 2.115 millones de euros. En retail, en cambio, las ventas se han mantenido constantes, hasta 2.971 millones de euros.

Cambios en la cúpula directiva

Richard Lepeu, consejero delegado del grupo, ha anunciado en el marco de la presentación de resultados del primer semestre del grupo que abandonará su cargo el próximo 31 de marzo por motivos personales. Gary Saage, actual director financiero del grupo, también ha decidido abandonar el grupo en julio el próximo año.

La salida de ambos directivos de produce tras el anuncio a principios de año de la renuncia de Bernard Fornas, co-consejero delegado del grupo, que abandonó su puesto en el comité ejecutivo y del comité de dirección.

“Richemont ha decidido reordenar toda su cúpula directiva para hacer frente a los retos a los que se enfrenta la industria del lujo en la actualidad y poder reacciones con velocidad en los próximos meses”, ha explicado el grupo en un comunicado.