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Richemont prosigue con la reestructuración de su división de moda y estudia la venta de Lancel

Modaes

23 sep 2013 - 10:54

Richemont quiere sanear su estructura. El grupo suizo de lujo, segundo del mundo por detrás de LVMH, ha contratado a Nomura para desinvertir en uno de sus activos menos rentables, la firma de accesorios Lancel.

 

El objetivo de la compañía es centrarse sólo en sus enseñas más fuertes y potenciar las que estén más debilitadas para ponerlas al nivel del resto. Aunque Richemont lo ha intentado con Lancel, incluso abriendo un nuevo flagship store en los Campos Elíseos de París, la enseña no ha conseguido remontar y ahora se prepara para cambiar de manos. El valor de la operación de venta de Lancel podría alcanzar los 500 millones de euros.

 

Este es el primer movimiento de Richemont tras la reorganización de su cúpula directiva, que se llevó a cabo por los malos resultados de la división en la que se encuentran todas las firmas de moda y accesorios controladas por el grupo suizo.

 

En su último ejercicio, este segmento obtuvo unas pérdidas operativas de 38 millones de euros, un 40% más que los números rojos alcanzados en el ejercicio precedente, que fueron de 27 millones de euros.

 

Mientras Lancel está a las puertas de cambiar de manos, otras firmas del grupo, como Azzedine Alaïa, cuentan con todos los recursos de Richemont para salir adelante. A finales de año, la enseña abrirá unas nuevas instalaciones, en las que estará ubicado un showroom y la sede de la fundación que lleva el nombre de la firma, en la Rue Marignan de París, según CPP Luxury.

 

Richemont concluyó el ejercicio 2012 con un beneficio de 2.005 millones de euros, un 30% más que la cifra obtenida un año antes. La compañía logró unas ventas de 10.150 millones de euros, lo que supuso un aumento del 14% respecto a los 8.868 millones de euros del ejercicio precedente.