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Puma inyecta 16,3 millones en dos años en su filial en España para compensar pérdidas

Sarah García

31 oct 2014 - 05:00

Puma Barcelona 635

 

Puma tira de su matriz para compensar su situación en el mercado español. El grupo alemán de moda y equipamiento deportivo, controlado por el gigante del lujo francés Kering, ha inyectado 16,3 millones de euros en su filial española en los últimos dos años con el objetivo de restituir la situación patrimonial de la sociedad, según consta en el informe de gestión de las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2013 depositadas en el Registro Mercantil. Puma se hizo con el control de su negocio en España en 2009, controlado hasta entonces por Estudio 2000.

 

Desde 2012, Puma Iberia, sociedad con la que opera la compañía en España, ha recibido dos inyecciones de capital de la matriz, ubicada en Alemania. Mientras que en 2012, la empresa sumó nueve millones de euros a su patrimonio neto, el año pasado elevó esa cifra en 7,3 millones de euros más.

 

Estos 16,3 millones de euros han servido para compensar unas pérdidas acumuladas que, a cierre del ejercicio 2013, alcanzaban los 13 millones de euros y para reconducir la situación de la filial española de Puma.

 

Según consta en el informe de auditoría de las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2012, elaborado por Deloitte, la sociedad “presenta un patrimonio neto inferior a la mitad del capital social, lo que es causa de disolución de acuerdo con la legislación vigente”.

 

La compañía, por su parte, sostiene en el informe de gestión del ejercicio siguiente que “las pérdidas no deben considerarse pérdidas estructurales sino más bien coyunturales y motivadas por las fuertes inversiones realizadas en este periodo para consolidar la actividad, sin que todavía se haya generado en este periodo ingresos suficientes para compensar los gastos relacionados con estas inversiones”.

 

Puma Iberia, liderada por Javier Ortega, concluyó ese ejercicio con unas pérdidas de 3,99 millones de euros. En 2013, la filial española de Puma consiguió reducir sus números rojos y cerró el ejercicio con un resultado negativo de 1,88 millones de euros.

 

La compañía, que en 2009 se hizo con el control de su negocio en España y en 2012 absorbió la estructura de su filial en Portugal, cerró el ejercicio 2013 con una cifra de negocio de 50,6 millones de euros, un 5,4% más que la obtenida un año antes, y con unos fondos propios de 4,7 millones de euros.

 

La deuda a largo plazo de Puma Iberia, que a cierre del ejercicio 2013 contaba con una plantilla formada por 249 empleados, se redujo de 1,05 millones de euros a 853.079 euros, mientras que el pasivo corriente retrocedió de 32,81 millones de euros hasta 24,69 millones de euros.

 

La inyección de capital en la filial de Puma en España se produce cinco años después de que la compañía decidiera no renovar su acuerdo con Estudio 2000, que distribuía en exclusiva los productos de la marca en el mercado nacional desde los años ochenta.

 

En 2009, la filial española de Puma se hizo con el control de su negocio en el mercado español y Estudio 2000 decidió iniciar un procedimiento legal tras ello. Inicialmente, la compañía fue condenada a pagar 98 millones de euros a Estudio 2000 en compensación por la no renovación del contrato. Finalmente, y tras recurrir la sentencia, Puma fue absuelta de pagar esa cantidad y ambas empresas comenzaron un proceso de negociación. Estudio 2000 propuso entonces que Puma desembolsara más de la mitad de la compensación solicitada inicialmente: 42,2 millones de euros.

 

Desde entonces, la compañía inició un plan de desarrollo para el mercado español, que se materializó en febrero de 2012 con la apertura de un flagship store en Paseo de Gracia, en Barcelona. El objetivo de Puma era instalarse también en Madrid, aunque todavía no ha encontrado una ubicación para poner en marcha un buque insignia en la capital del país.

 

Puma Iberia, que incorporó en 2012 el negocio de su filial portuguesa por un montante de 2,2 millones de euros, se marcó el objetivo de incrementar su cifra de negocio hasta 150 millones de euros en 2015, cien millones de euros por encima de las ventas alcanzadas por la compañía en 2013.