Pulligan va a concurso con un pasivo de 20 millones

El grupo de género de punto Pulligan Internacional, propiedad de la familia Canals, ha presentado concurso de acreedores, equivalente a la antigua suspensión de pagos, con deudas acreditadas en el juzgado de 20 millones de euros. Pulligan había externalizado buena parte de su producción a Marruecos, con una filial en Tánger denominada Interpunt.El presidente de Pulligan, Joan Canals, ha ocupado diversos cargos de importancia en organizaciones del textil español y la crisis de su empresa es sintomática de los grupos que tienen todavía parte de su producción localizada en España. Las ventas de Pulligan, una marca de gama media, estaban cayendo de manera importante y la previsión del grupo es cerrar este año con una facturación de 20 millones de euros, lo que supone una caída del negocio de más del 33%, algo difícil de soportar para una empresa de tamaño medio. Tras este descenso el grupo factura tanto como debe a sus acreedores.Según la versión de la compañía, la intención de la dirección es mantener la continuidad de la empresa y para ello ha fichado a un nuevo director general, David García, que tomará posesión en los próximos días. Entre los principales acreedores de la textil se encuentran BBVA, Caixa Catalunya y Banco Sabadell que ahora tendrá que esperar la quita que les proponga la empresa en el convenio del concurso. Para colmo, la empresa de Joan Canals tiene dos naves a medio construir a las afuera de Canet de Mar (Barcelona), donde tiene la sede, ya que había encargado su construcción al grupo Aisa, que pasa graves problemas financieros y no ha podido finalizarlas. Aisa había comprado a Pulligan su antigua sede por 10 millones.