Puig eleva su ambición y se marca el objetivo de llegar al ‘top 3’ mundial en 2020

Puig se marca objetivos más ambiciosos para los próximos años. El grupo español de perfumería y moda se ha propuesto situarse a medio plazo en el top 3 mundial dentro de su sector, aumentando su cuota de mercado mundial del 8,6% actual al 12% en 2020. Así lo explicó ayer Marc Puig, presidente del grupo, en una conferencia organizada por Esade y Deloitte.

La compañía, que el año pasado alcanzó una facturación cercana a los 1.500 millones de euros, había señalado hasta ahora como objetivo para 2014 alcanzar el 10% de cuota de mercado y situarse entre los cinco mayores operadores mundiales de perfumería selectiva.

Para conseguir sus objetivos, Puig debe elevar en casi dos puntos su actual cuota de mercado, situada en el 8,3%, y desbancar a uno de los cinco líderes actuales de la perfumería internacional: Coty, quinto operador mundial del sector de la perfumería, o Shiseido, que ocupa el cuarto lugar.

Según Marc Puig, la compañía mantendrá en 2020 “este modelo híbrido (de fragancias y moda), con marcas propias y licenciadas”. El nuevo horizonte temporal determinado por la estrategia revelada ahora por Marc Puig mantiene el nivel de ambición de las anteriores previsiones, que han topado con una complicada situación económica.

El crecimiento orgánico parece insuficiente para que Puig consiga sus objetivos para 2014 y, por ende, para 2020: en 2012, a pesar de haber elevado un 11% su facturación, el gigante español sólo ganó medio punto de cuota de mercado, desde el 7,6%, hasta el 8,1%.

En los últimos años, el grupo se ha hecho con Jean Paul Gaultier, cuya licencia de perfumería está controlada hasta 2016 por uno de sus rivales, y ha dejado pasar la compra de la italiana Valentino, que acabó adquiriendo la sociedad de inversión qatarí Mayhoola for Investments.

Gestión familiar

El presidente de Puig y miembro de la tercera generación familiar de la compañía también reveló algunas de las estrategias para la gestión de la empresa. Puig tiene en este sentido algunos protocolos de funcionamiento que tratan de equilibrar el peso de la familia dentro de la empresa.

Por ejemplo, Puig establece que en su consejo tiene que haber siempre más miembros no familiares que familiares, mientras el comité de nombramientos y retribuciones está formado por personas no pertenecientes a la familia. Puig también avanzó que ningún miembro de la cuarta generación familiar trabajará en la compañía.