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Project Lobster, el ‘Warby Parker’ español acelera con retail y prepara 12 aperturas en tres años

La compañía, impulsada hace un año y medio por Óscar Valledor Pérez, acaba de dar su salto al canal físico con la apertura de una tienda en Barcelona.

Iria P. Gestal

2 jul 2018 - 04:54

Project Lobster, el ‘Warby Parker’ español acelera con retail y prepara 12 aperturas en tres años

 

 

La empresa nació cuando su fundador todavía estaba en la universidad, hace gafas con diseño y acetato italiano pero a precios accesibles y dio sus primeros pasos en la Red. El storytelling de Project Lobster recuerda al de uno de los fenómenos del emprendimiento en los últimos años, Warby Parker, aunque su base está en Barcelona y es en el retail donde tiene puesto el foco para crecer. La marca, fundada hace sólo un año y medio por Óscar Valledor Pérez, acaba de dar el salto al canal físico y prepara ya doce aperturas en tres años.

 

Vallero puso en marcha Project Lobster en octubre de 2016, cuando todavía estaba estudiando Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. “Me di cuenta de que muchos precios de óptica son excesivamente altos porque casi todas las marcas son de una compañía, que es Luxottica”, explica Vallero a Modaes.es.

 

El emprendedor se decidió a poner en marcha su propia empresa después de un viaje a Silicon Valley con el programa Explorer, de Banco Santander, y el pasado mayo Project Lobster entró en el programa Lanzadera, impulsado por Juan Roig.

 

 

 

 

La compañía, que echó a andar con una inversión inicial de 40.000 euros, se ha financiado hasta ahora con fondos propios, el apoyo de Lanzadera y financiación bancaria, a lo que este año espera sumar créditos públicos de Enisa o ICF. 

 

Gran parte de esos recursos se destinarán a la expansión offline, que ha comenzado este mes con la apertura de una tienda en la calle Antic de Sant Joan, en Barcelona, una operación intermediada por Shophunters. “Tener una tienda nos da más fiabilidad y nos permite dar un mejor servicio: en Barcelona, servimos las gafas graduadas en 24 horas, ya sea con Glovo o con recogida en tienda”, asegura.

 

El objetivo es poner en marcha otros once establecimientos en España en los próximos tres años, y escalar así su facturación hasta 1,2 millones de euros, frente los 260.000 euros con los que prevé finalizar este ejercicio.

 

 

 

 

Para abordar esta nueva etapa, la empresa también está centrando sus esfuerzos en el desarrollo de la marca, para lo que ha incorporado nuevos miembros a su equipo, que ahora suma seis personas. “Hasta ahora hemos tenido un equipo muy técnico, centrado en la gafa, ahora estamos incorporando también gente de marca y márketing”, explica.

 

A diferencia de la mayoría de start ups de óptica de nueva generación, que concentran su negocio en el canal online y operan únicamente en el segmento de sol, Project Lobster apostó desde sus inicios por las gafas graduadas.

 

El cliente envía su prescripción y Project Lobster las produce en un laboratorio de Barcelona. La pasta procede de la empresa italiana Mazzucheri, las bisagras de una compañía alemana y el montaje se realiza en Hong Kong. “No nos fuimos a Hong Kong por precio, es una compañía familiar especializada en el sector”, defiende Vallero.

 

El precio de venta al público por gafa parte de los 98 euros, con lentes incluidas. Igual que en el caso de Warby Parker, el cliente puede pedir cinco modelos diferentes, probarlos de forma gratuita en casa, y devolver aquellos que no le convenzan.

 

“Warby en su día fue capaz de innovar, solucionaba un problema que tenía mucha gente y lo hacía con una marca que conectaba”, sostiene Valledor. “Pero si alguien quiere ser disruptor hoy no puede hacer lo que hicieron unos chicos hace diez años en Estados Unidos”, asegura.