Pili Carrera se acoge al concurso tras anotar pérdidas desde 2016

Pili Carrera entra en los juzgados en una situación crítica. La compañía gallega de moda infantil ha presentado hoy concurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra. La medida se enmarca en las dificultades para “hacer frente a las obligaciones contraídas con sus acreedores en los plazos acordados”, según ha divulgado la empresa en un comunicado.

En las próximas semanas, Pili Carrera buscará pactar un plan de viabilidad y un plan de pagos con sus acreedores, en un intento de dar con “la solución para la continuidad de la compañía y de los puestos de trabajo”. El grupo acumula una deuda de 5,1 millones de euros.

La entrada en concurso se produce seis meses después de que Pili Carrera anunciase un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal sobre la plantilla que podía afectar a hasta 200 trabajadores. Sin embargo, el grupo dio marcha atrás en la medida y retiró el ERE una semana después de presentarlo.

La deuda de Pili Carrera, que está en pérdidas desde 2016, asciende a más de cinco millones de euros

El grupo, fundado en 1963 y pilotado por Salomé Rodríguez, tiene en el aumento de la deuda y los stocks acumulados sus mayores problemas, según la última memoria anual de la empresa a la que ha tenido acceso La Voz de Galicia. Pese a sus mayores cotes, el grupo continúa produciendo sus colecciones íntegramente en su fábrica de Mos (Pontevedra).

Pili Carrera tiene presencia en dieciséis países del mundo y genera el 38% de sus ventas en el extranjero. La compañía de moda infantil opera con tiendas propias y en el canal multimarca, donde suma unos 800 puntos de venta. La empresa finalizó el ejercicio 2017 con una facturación de 7,6 millones de euros y unos números rojos de 107.000 euros, la mitad que en el año anterior.