Empresa

Pikolinos, bajo la máxima del ‘que todo cambie para que todo siga igual’

"Decimos que todo cambia para que todo siga igual porque la cultura de empresa y nuestra forma de ser y actuar seguirá siendo la misma”, asegura Perán.

S. Riera

14 oct 2016 - 04:53

Pikolinos, bajo la máxima del ‘que todo cambie para que todo siga igual’

 

 

Pikolinos inicia una nueva etapa tras concluir el relevo generacional. Juan Manuel Perán toma las riendas de la compañía, que en 32 años ha catapultado sus ventas hasta los noventa millones de euros, consolidándose en el top five de las mayores compañías de calzado de España, por detrás de Tempe (propiedad de Inditex), Camper, Merkal y Marypaz. Pilotada ahora por los hijos del fundador, Juan Perán, la compañía prosigue su plan de expansión exterior y de retail.

 

Juan Manuel Perán, representante de la segunda generación de la familia fundadora y propietaria, asumió a principios de julio la presidencia ejecutiva de la compañía, que hasta ahora ocupaba su padre, quien puso en marcha la empresa en 1984. Con este movimiento se formalizó el liderazgo de Juan Manuel al frente del grupo y se concluyó un relevo generacional que se puso en marcha ocho años atrás.

 

“Supone un paso adelante en un proceso, el de sucesión, en el que llevamos trabajando muchos años”, explica el nuevo presidente de la empresa. “Decimos que todo cambia para que todo siga igual porque la cultura de empresa, nuestra filosofía y nuestra forma de ser y actuar seguirá siendo la misma”, asegura. Según Perán, “se trata de un relevo natural, planificado, tranquilo, y entendemos que es ahora el momento más adecuado para hacerlo”.

 

El fundador del grupo había cedido hacía ya tiempo la gestión diaria de la compañía a sus hijos, Juan Manuel y Rosana Perán, que hasta ahora ocupaban las vicepresidencias del grupo. La tercera hermana, Carolina Perán, también está involucrada en el proyecto familiar, desde el área de tiendas. En 2012, Pikolinos fichó a Georges Bassoul, un ex directivo de Lefties y Tempe (ambas del grupo Inditex), como director general. Bassoul sustituyó entonces en el cargo a Franciso Oliver, un histórico de la empresa.

 

Un empresario hecho a sí mismo

Nacido en 1947 en Torrelavilla, una pequeña aldea de Murcia, Juan Perán llegó a Elche con doce años, en un momento en el que la población multiplicó su tamaño por la actividad que estaba ganando su industria del calzado. Perán aprendió allí el oficio de cortador y trabajó en varias fábricas, la última de ellas Paredes. El emprendedor inició su propio proyecto empresarial tras ser despedido de Paredes por un conflicto con los demás cortadores.

 

Con 27 años, Perán puso en marcha su propia empresa junto a su esposa, aparadora, y su primer socio, que era montador. Los orígenes de lo que hoy es Pikolinos fueron con una horma para sandalias, una máquina de pegar y otra de lijar, en el local que le prestó un familiar. La primera partida fue de 150 pares. A lo largo de diez años, Perán trabajó siempre para terceros y aprendió cómo funcionaban todas las fases de este negocio.

 

Pikolinos no vio la luz hasta 1984. La primera colección bajo la marca apareció al año siguiente y, tras un inicio a trompicones, la empresa empezó a dar sus primeros pasos en firme y, a finales de los ochenta, empezó a avanzar con rapidez. En 1989, la compañía dio el salto internacional, primero a Francia y, poco después, a Alemania y Holanda. A mediados de los noventa, Pikolinos puso en marcha sus instalaciones en el Parque Industrial de Torrellano. En el 2000, el grupo entró en el mercado estadounidense. Entonces, Pikolinos tenía presencia en 45 países y rozaba el centenar de trabajadores.

 

El siglo empezó con un cambio de modelo industrial que también impactó en el calzado. La compañía respondió a esta transformación y empezó a externalizar parte de su producción. Tras superar el bache de la globalización industrial y tener bagaje en la exportación, el ritmo de crecimiento de la empresa frenó en seco a consecuencia de la crisis. Poco antes, en 2007, el grupo había comprado la histórica Martinelli por 3,5 millones de euros, en una operación que entonces se calificó de “insólita” en la industria zapatera ilicitana. Cuando Pikolinos rescató a Martinelli, esta se encontraba en situación concursal y había echado el cierre hacía seis meses.

 

En la actualidad, el grupo Pikolinos es propietario de las marcas Pikolinos y Martinelli. El conglomerado, que suma una plantilla de 534 trabajadores, también es dueño de la fábrica de curtiduría Pies Cuadrados y de las sociedades Pikostore y Vabene, la primera para gestionar la red de tiendas y la segunda, una fábrica de calzado. Hace un año, la empresa puso también en marcha un nuevo centro productivo en Elche, Pikokaizen.

 

Expansión internacional

Para reforzar su expansión internacional, el grupo creó este año el puesto de responsable para la región Emea (Europa, Oriente Medio y África) para unificar la estrategia de la empresa en el continente europeo y abordar también los mercados árabes. La empresa fichó para este cargo a un ejecutivo del gigante danés del calzado Ecco, Uwe Janzen.

 

China y Estados Unidos también están ahora en el punto de mira de la compañía. En el gigante asiático, el grupo opera de la mano de un socio local y suma ya casi cien puntos de venta. “El objetivo es seguir creciendo en el mercado chino, porque para nosotros es un mercado ya estratégico”, apunta el nuevo presidente.

 

En el caso de Estados Unidos, Pikolinos está invirtiendo en equipo, en capacidad logística y en desarrollar un plan de acción. La empresa dio el salto al mercado estadounidense hace cuatro años con un pop up store, que dio el pistoletazo de salida a una estrategia de expansión.