Phoebe Philo se aleja de Céline después de ocho años en la compañía

Continúa el baile de creativos en la industria de la moda. Tras las salidas de los diseñadores al frente de firmas como Dior, Gucci, Balenciaga, Lanvin y, más recientemente, Berluti, Brioni y Ermenegildo Zegna, ahora podría ser Céline la que tuviera que emprender la búsqueda de un nuevo responsable creativo. Phoebe Philo, que lleva al frente de la dirección creativa de la firma desde 2008 e impulsó las ventas de la compañía, podría firmar este año su última colección para la firma.

Philo se incorporó a Céline, propiedad del conglomerado LVMH, hace siete años después de casi una década trabajando para Chloé. La directiva comenzó a trabajar para la firma francesa en 1997 como asistente de Stella McCartney, a quien había conocido en la escuela inglesa de diseño Central Saint Martins. Tras la salida de McCartney de Chloé, Philo la sustituyó como directora creativa de la enseña.

La directiva abandonó su puesto en Chloé en 2006 para pasar más a tiempo con su familia, según explicó en aquel momento. Después de tres años alejada de las pasarelas, LVMH la fichó para ponerse al frente de Céline.

Ahora, podría dar un paso atrás, de nuevo, para trasladarse a su Inglaterra natal y dedicar más tiempo a su vida personal, según The Fashion Law. A lo largo del fin de semana también se ha apuntado que Philo podría incorporarse a alguna de las firmas del grupo Richemont, en particular a Azzedine Alaïa, aunque la enseña desmintió el sábado que fuera a incorporar a un nuevo director creativo.

Céline se fundó en 1945 en Francia de la mano de Céline Vipiana. La compañía, especializada en sus inicios en calzado infantil, lanzó su primera colección de moda en la década de los sesenta y, en 1988, pasó a manos del conglomerado LVMH.

La enseña pondrá en marcha en los próximos meses su primer establecimiento en el mercado español, en el local que ocupó la Galería Loewe, en el número 91 de Paseo de Gracia, en Barcelona, tal y como avanzó Modaes.es.

LVMH cerró 2015 con una cifra de negocio de 35.700 millones de euros, un 16% más que el año anterior. El grupo pilotado por Bernard Arnault generó un beneficio neto de 3.573 millones de euros, un 36,74% menos que en 2014.