Empresa

Mothercare se reubica en España y potencia su crecimiento con cuatro aperturas

S. García

28 may 2013 - 13:13

Mothercare crece en el mercado español. El grupo británico, uno de los mayores del mundo de distribución de moda y productos infantiles, ha incrementado su red de distribución con la apertura de cuatro nuevas tiendas y dos reubicaciones desde el pasado septiembre.

 

“Queremos estar en las mejores ubicaciones e intentamos buscar el espacio y la zona que mejor se adapta a nuestro concepto”, explica Vicente Giner, director comercial de Mothercare Ibérica. Por ello, la compañía ha reubicado su establecimiento de Valladolid, que ha pasado del centro de la ciudad al complejo comercial Río Shopping, y el de Pamplona, que ahora está ubicado en el centro, mientras que anteriormente estaba en el complejo Itaroa.

 

Además de estas dos reubicaciones, Mothercare Ibérica ha inaugurado cuatro tiendas más desde septiembre. Dos de ellas son las primeras que la compañía abre en las ciudades de Barcelona y Jerez. Las otras dos, ubicadas en Zaragoza y Valencia, se suman a las que ya tenía la empresa en ambas ciudades.

 

“Nuestro objetivo continúa siendo llegar a las cincuenta tiendas, aunque no nos hemos marcado una fecha límite porque en la actualidad no es sencillo”, sostiene Giner. Por ello, la empresa está estudiando un gran número de ubicaciones, entre las que finalmente decidirán dónde abrir nuevos establecimientos.

 

A nivel internacional, Mothercare está realizando una importante expansión internacional en Latinoamérica, tras haber desembarcado en los mercados asiáticos y de contar con una importante presencia en Europa, su mercado más importante.

 

El grupo británico ha cerrado su ejercicio (finalizado el pasado 30 de marzo) multiplicando por cinco su beneficio antes de impuestos, hasta 8,3 millones de libras (9,7 millones de euros). En el ejercicio precedente, la compañía obtuvo un resultado antes de impuestos de 1,6 millones de libras (1,8 millones de euros). La cifra obtenida es superior a la prevista por los analistas, que era de 7,2 millones de libras (8,4 millones de euros).