Mira la Marela emprende su expansión en retail con una docena de aperturas

Mira la Marela se apoya en el retail para crecer. La compañía española de ropa femenina y complementos comienza un plan de expansión en el mercado español que prevé la puesta en marcha de doce establecimientos hasta 2020, según ha explicado Marisa Adánez, fundadora de la empresa, a Modaes.es.

Adánez fundó Mira la Marela en 2007 y se especializó en la venta de complementos y bolsos. En sus inicios, la compañía triunfó con el bolso Lidia, confeccionado con el mismo tejido que los capotes de toreros.

A partir de ahí, la empresa ha diversificado su oferta y actualmente realiza vestidos de fiesta para mujer a medida. “El mercado de la copia te empuja a dejar de poner esfuerzos en algunos campos y productos”, explica la fundadora.

En 2016, la compañía tuvo una cifra de negocio de 400.000 euros, un 10% más con respecto al mismo periodo del año anterior. En cuanto a sus previsiones para este ejercicio, Mira la Marela prevé alcanzar los 700.000 euros de facturación.

Actualmente, la compañía opera con una tienda en el barrio de Salamanca, de Madrid, en el número 10 de la calle Conde de Aranda. Mira la Marela también distribuye sus productos a través del canal multimarca, donde opera en entre veinte y treinta puntos de venta.

En 2016 la compañía registró una cifra de negocio de 400.000 y espera cerrar este ejercicio con hasta 700.000 euros de facturación

Ahora, Mira la Marela ha decidido volcarse en el crecimiento con tiendas propias y franquicias. Entre las ciudades escogidas por la empresa se encuentran Santander, Zaragoza, Bilbao y Badajoz.

En el caso del modelo de franquicia, la inversión necesaria para subir la persiana a una tienda Mira la Marela es de en torno a 33.500 euros, en los que se incluyen un canon de entrada y las existencias iniciales. Además, los locales deben estar a pie de calle y tener entre sesenta y ochenta metros cuadrados de superficie.

Bajo este modelo, la compañía tiene prevista la apertura de un establecimiento en el nordeste de España. Por otro lado, la empresa también está barajando poner en marcha un establecimiento propio o en Badajoz o en Santander.

“Nuestro crecimiento no puede ser desmesurado por nuestra forma de trabajar: cada clienta que se hace un vestido a medida supone un periodo de trabajo de entre veinte a cuarenta días”, explica Adánez.

Mira la Marela tiene su sede central en Madrid y una plantilla de cuatro personas, que trabajan entre el taller y las oficinas. La compañía confecciona sus artículos con dos talleres, uno propio y otro de apoyo.