Empresa

Mango vuelve a crecer: eleva sus ventas un 1,8% y gana un 17% más en 2018

La compañía de distribución de moda ha cerrado el último ejercicio con una facturación de 2.233 millones de euros. Se trata del primer ejercicio en positivo para el grupo tras dos años en descenso.

Pilar Riaño / Iria P. Gestal

6 jun 2019 - 05:00

Mango retoma la senda del crecimiento. La compañía, inmersa en un plan de reorganización, ha cerrado el ejercicio 2018 con una facturación de 2.233 millones de euros, un 1,8% más que el año anterior. Se trata del primer año en positivo para el grupo tras dos años en descenso. “Estamos mejor que en años anteriores, independientemente de la rentabilidad”, ha explicado Toni Ruiz, director general de Mango, a Modaes.es  El resultado bruto de explotación (ebitda), por su parte, se situó en 135 millones de euros, un 17% más que en 2017, cuando ganó 115 millones de euros. El grupo ha trazado ahora un plan estratégico a tres años para que su ebitda se sitúe “en la media del sector”.  La empresa no ha comunicado por ahora la evolución del resultado neto, tras anotar en 2017 unas pérdidas de 33 millones de euros. Mango ha sacrificado rentabilidad en el marco de su nuevo plan estratégico. “Si hubiéramos querido, podríamos haber obtenido un resultado positivo este año”, asegura Ruiz. “Pero entendemos que debemos pensar a medio plazo”, apunta el ejecutivo.     DATAWRAPPER     En cualquier caso, las ventas son, defiende Ruiz, un primer síntoma de que el proyecto de Mango está comenzando a dar sus frutos. Uno de los vectores de ese plan es el comercio online, que el año pasado aumentó un 30%, el doble que el año anterior.  De este modo, las ventas a través de Internet alcanzaron el año pasado el 20% de la facturación total del grupo, un objetivo que Mango que Mango se había fijado inicialmente para 2018.  Para este año, el objetivo de la empresa pasa por que la cuota del ecommerce llegue al 25%, muy por encima de la del conjunto del sector, que se situó el año pasado en el 7,4%, según datos del Informe de la moda online en España. “No es una carrera contra el dato, sino una prueba de que estamos acompañando unos cambios de hábito de los consumidores”, afirma Ruiz.     Mango ha sacrificado rentabilidad a corto plazo en el marco de su plan de reorganización        La deuda, por su parte, se ha situado en 315 millones de euros el año pasado. “La empresa está más saneada que nunca y la idea es continuar con el plan de desapalancamiento”, defiende el ejecutivo.  La empresa refinanció el año pasado una deuda de 500 millones de euros con las principales entidades bancarias para aplazar a cuatro años el vencimiento de sus créditos. Con ese pacto, Mango se comprometía a que la deuda no sea superior a tres veces su ebitda.  A cierre de 2017, Mango tenía presencia en 110 países con 2.190 tiendas, más de la mitad de ellas franquicias. La empresa no ha actualizado todavía esos datos a cierre de 2018, pero asegura que el grueso del ajuste de la red comercial está ya terminado, “aunque es un proceso continuo”, insiste Ruiz. La superficie total del grupo se ha disparado un 60% desde 2012 hasta situarse en 800.000 metros cuadrados el año pasado.

 

 

Mango retoma la senda del crecimiento. La compañía, inmersa en un plan de reorganización, ha cerrado el ejercicio 2018 con una facturación de 2.233 millones de euros, un 1,8% más que el año anterior. Se trata del primer año en positivo para el grupo tras dos ejercicios en descenso. “Estamos mejor que en años anteriores, independientemente de la rentabilidad”, ha explicado Toni Ruiz, director general de Mango, a Modaes.es

 

El resultado bruto de explotación (ebitda), por su parte, se situó en 135 millones de euros, un 17% más que en 2017, cuando ganó 115 millones de euros. El grupo ha trazado ahora un plan estratégico a tres años para que su ebitda se sitúe “en la media del sector”.

 

La empresa no ha comunicado por ahora la evolución del resultado neto, tras anotar en 2017 unas pérdidas de 33 millones de euros. Mango ha sacrificado rentabilidad en el marco de su nuevo plan estratégico. “Si hubiéramos querido, podríamos haber obtenido un resultado positivo este año”, asegura Ruiz. “Pero entendemos que debemos pensar a medio plazo”, apunta el ejecutivo.

 

 

 

 

En cualquier caso, las ventas son, defiende Ruiz, un primer síntoma de que el proyecto de Mango está comenzando a dar sus frutos. Uno de los vectores de ese plan es el comercio online, que el año pasado aumentó un 30%, el doble que el año anterior.

De este modo, las ventas a través de Internet alcanzaron el año pasado el 20% de la facturación total del grupo, un objetivo que Mango se había fijado inicialmente para 2018.

 

Para este año, el objetivo de la empresa pasa por que la cuota del ecommerce llegue al 25%, muy por encima de la del conjunto del sector, que se situó el año pasado en el 7,4%, según datos del Informe de la moda online en España. “No es una carrera contra el dato, sino una prueba de que estamos acompañando unos cambios de hábito de los consumidores”, afirma Ruiz.

 

 

 

 

La deuda, por su parte, se situó en 315 millones de euros el año pasado. “La empresa está más saneada que nunca y la idea es continuar con el plan de desapalancamiento”, defiende el ejecutivo.

 

La compañía refinanció el año pasado una deuda de 500 millones de euros con las principales entidades bancarias para aplazar a cuatro años el vencimiento de sus créditos. Con ese pacto, Mango se comprometía a que la deuda no sea superior a tres veces su ebitda.

 

A cierre de 2017, Mango tenía presencia en 110 países con 2.190 tiendas, más de la mitad de ellas franquicias. La empresa no ha actualizado todavía esos datos a cierre de 2018, pero asegura que el grueso del ajuste de la red comercial está ya terminado, “aunque es un proceso continuo”, insiste Ruiz. La superficie total del grupo se ha disparado un 60% desde 2012 hasta situarse en 800.000 metros cuadrados el año pasado.