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Mango concluye su etapa inversora y se vuelca en recuperar los números negros

La compañía española de gran distribución de moda se centra en la “continuación de la mejora de la rentabilidad” subiendo su posicionamiento, desarrollando su ecommerce, reorganizando su red de tiendas y conteniendo costes.

Pilar Riaño

22 nov 2019 - 05:00

Mango concluye su etapa inversora y se vuelca en recuperar los números negros

 

 

Mango, a por los números negros. Después de tres ejercicios en pérdidas, el grupo español de distribución de moda, número dos del país por cifra de negocio, se vuelca en recuperar su rentabilidad tras haber concluido la fase inversora de los últimos años, según la documentación remitida al Mercado Alternativo de Renta Fija (Marf) con motivo de la primera emisión de deuda de su historia.

 

El Marf dio ayer luz ver al lanzamiento de un programa de pagarés por un importe de 200 millones de euros que se llevará a cabo a través de la sociedad Punto Fa, controlada por la matriz del grupo. Con este movimiento, la empresa busca diversificar sus fuentes de financiación.

 

Mango ha atravesado durante los últimos ejercicios un proceso de reorganización para hacer frente a la débil evolución de sus ventas y, sobre todo, a la caída de su beneficio. En 2018, Mango registró unas pérdidas netas de 35 millones de euros, pese a que logró mejorar su resultado bruto de explotación (ebitda), que se situó en 135 millones de euros. Con los resultados de 2018, Mango encadenó tres años en números rojos, con pérdidas acumuladas de más de cien millones de euros.

 

La deuda, por su parte, se situó en 315 millones de euros a cierre de 2018. A finales de dicho ejercicio, Mango refinanció una deuda de 500 millones de euros con las principales entidades bancarias para aplazar a cuatro años el vencimiento de sus créditos.

 

 

 

 

La evolución del consumo (que ha impactado en las ventas) y las inversiones llevadas a cabo en plan de reorganización han comprometido, durante los últimos ejercicios, la rentabilidad del grupo. Ahora, la empresa da por finalizado este periodo y se centra en regresar a números

negros.

 

“Una vez acabadas las grandes inversiones del grupo enfocadas en la renovación del parque de tiendas, apertura de las megastores y la puesta en marcha del nuevo centro logístico en Lliçà d’Amunt, la estrategia de Mango se fundamenta en varias líneas de actuación”, entre ellas la “continuación de la mejora de la rentabilidad medido en términos de generación de ebitda”, explica la compañía en la documentación remitida al Marf.

 

Las palancas que utilizará Mango para mejorar su rentabilidad combinan el producto con la distribución y las operaciones. En este sentido, la empresa se centrará en mejorar el posicionamiento de marca, incrementar sus ventas online, continuar racionalizando su parque de tiendas y contener sus costes.

 

 

Inversión logística

La logística ha sido históricamente uno de los elementos diferenciadores de Mango, que en 2018 puso en funcionamiento la totalidad de la capacidad del nuevo centro logístico situado en Lliçà d’Amunt, “que permite aglutinar en un único espacio la logística dedicada a los establecimientos físicos, tanto en lo que se refiere a prendas dobladas (producto en cajas) como las prendas colgadas (producto en perchas)”.

 

Según explica la empresa, este centro permite la centralización del producto así como una optimización de los costes de almacenamiento y distribución. Con una superficie de 280.000 metros cuadrados, es capaz de gestionar 75.000 unidades a la hora. Mango dispone, además, de otros almacenes en el extranjero, ubicados en China, Corea del Sur, Turquía, Rusia, Estados Unidos, Alemania y Rusia, que sirven tanto a la red física como a la plataforma online.

 

 

Tiendas físicas

Con una plantilla de 15.244 empleados a cierre de 2018, las tiendas han sido otro de los focos de la reorganización de Mango. Como la mayoría de retailers de moda del mundo, la compañía ha llevado a cabo una racionalización de su parque de tiendas, prescindiendo de ubicaciones no rentables y apostando por tiendas de gran superficie para mejorar la conexión con el canal online. Mango se ha centrado en ampliar la dimensión media de sus puntos de venta, pasando de alrededor de 300 metros cuadrados en 2015 a alrededor de 500 metros cuadrados en 2018.

 

A cierre de 2018, Mango estaba presente en 115 países con un total de 2.183 puntos de venta físicos, combinando tiendas propias con franquicias. Del total de establecimientos, un 69,9% corresponden a Europa; un 18,2%, a Asia, un 9,3%, a América, y un 2,6%, a África.

 

 

 

 

España es el mercado donde Mango cuenta con mayor penetración, con 239 tiendas propias, seguido por Francia (121), Turquía (99), Alemania (75), Rusia (72) e Italia (50). Completan el top ten de principales países por número de tiendas Reino Unido (40), Portugal (30), Holanda (18) y Polonia (18).

 

En cuanto a franquicias, España se mantiene en primera posición, con 148, seguido por Alemania (130), Francia (85), Rusia (73), Arabia Saudí (57), Chile (55), Israel (50) y Bélgica (48), además de Colombia (48) y Filipinas (38).

 

Ecommerce

Mango es una de las empresas españolas de moda con más tradición en comercio electrónico, junto con Women’secret (propiedad de Tendam). A cierre de 2018, el canal online representa el 20% del total del negocio de Mango, con ventas en cerca de ochenta países y con un crecimiento del 31% en 2018.

 

Por mercados, España aporta el 16,13% del negocio de online de Mango, mientras Alemania representa el 15,82% y Francia el 10,17%. Entre los mercados más relevantes para el canal ecommerce de Mango destacan también Estados Unidos (6,95%), Reino Unido (5,94%), Turquía (4,45%), Rusia (3,93%), China (3,87%) y Países Bajos (3,57%).