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Mango abre en Los Ángeles y pone rumbo a Latinoamérica con franquicias

La compañía española de moda sitúa en su punto de mira a Chile, donde ya suma 55 puntos de venta de la mano de Falabella. Sus planes en el territorio pasan por asentarse en las principales ciudades.

Modaes

27 dic 2018 - 09:53

Mango abre en Los Ángeles y pone rumbo a Latinoamérica con franquicias

 

 

Mango suma y sigue en el mercado latinoamericano. La compañía española acaba de abrir su primer punto de venta en Los Ángeles mientras traza su desembarco en Latinoamérica bajo la fórmula de la franquicia. Chile es el país que la empresa ha situado en su punto de mira para acelerar su expansión en el territorio.

 

“Para el próximo año 2019, Latinoamérica será uno de nuestros mayores focos de crecimiento en franquicias”, ha explicado Nuria Font, responsable de la expansión del grupo con franquicias, en Pulso. La directiva ha asegurado que están en búsqueda activa de nuevos locales en Chile, donde ya cuentan con una fuerte presencia.

 

La cadena, que aterrizó en el mercado chileno hace dos décadas, cuenta ya con 55 puntos de venta en el país de la mano de Falabella. “Para los próximos años, queremos llegar a todas las principales ciudades fuera de la capital”, ha señalado Font. Por otro lado, la ejecutiva confía en su socio chileno para continuar expandiéndose en otros países de la región, como Perú, Colombia o Argentina.

 

 

 

 

Font ha puesto rumbo a Latinoamérica justo después de asumir el cargo de expansión con franquicias. La directiva sustituyó el pasado septiembre a Tony Batlló. Con Font, Mango ha seguido apostando por su expansión en retail y, en concreto, por esta fórmula sobre la que se apoya gran parte de su red: de las 2.190 tiendas que tenía a cierre de 2017, el 55% era en régimen de franquicia.

 

A lo largo del año pasado, la compañía abrió veinte nuevas macrotiendas, hasta contar 211 establecimientos de estas características. Entre los nuevos establecimientos de referencia del grupo se encuentran los puestos en marcha en Nueva York, la calle Serrano de Madrid y Lisboa. 

 

Con todo, esta expansión con retail no fue suficiente para remontar las ventas de la cadena, que cerró 2017 con una caída de la facturación del 2,9%, hasta 2.194 millones de euros. El grupo sí logró reducir sus números rojos, que pasaron de 61 millones de euros en 2016 a 33 millones de euros el año pasado.