Majorica entra en concurso con una oferta de compra de un grupo familiar

Majorica entra en concurso de acreedores. La compañía mallorquina de joyería presentará hoy expediente concursal en los juzgados ante la imposibilidad de hacer frente a su deuda por la paralización de su negocio por el Covid-19. El concurso se presentará, sin embargo, con el compromiso de un grupo de familias, principalmente de Mallorca, de hacerse con el control de la unidad productiva, con el compromiso de mantener la mitad de los puestos de trabajo.

Según las últimas cuentas disponibles en el Registro Mercantil, Majorica finalizó el ejercicio 2018 con una cifra de negocio de 22,84 millones de euros, a la baja desde los 23,17 millones de 2017. En 2018, la compañía registró unas pérdidas de más de dos millones de euros, casi el doble que doce meses antes. Según explica la empresa en la memoria del ejercicio, las pérdidas de 2018 son consecuencia, en parte, de las indemnizaciones por importe de 800.000 euros a las que la compañía debió hacer frente para reducir su masa salarial y poder mantener su actividad.

Con una plantilla formada actualmente por 240 trabajadores directos, Majorica, especializada en la producción de perlas, está controlada actualmente por el empresario Yann Sandt. Según el director general de la empresa, Diddier Grupposo, las previsiones pasan por finalizar el ejercicio 2020 con “una cuarta parte de la facturación de 2019”.

“En los primeros meses del estado de alarma logramos contener los gastos, pero ahora hemos encontrado una falta total de apoyo por parte de la propiedad”, señala Grupposo. Ante la caída de ingresos y la imposibilidad de hacer frente a sus compromisos, la empresa se acoge al concurso de acreedores. “Cuando se finalice el proceso concursal, tenemos el compromiso de un grupo de familias de Mallorca y del resto de España de comprar Majorica”, asegura el ejecutivo.

Majorica, uno de los emblemas españoles del sector de la joyería, tiene el compromiso de un grupo de familias para su compra

Majorica es uno de los emblemas españoles del sector de la joyería. La compañía, que tiene al 70% de su plantilla afectada por un expediente de regulación temporal de empleo (Erte), se ha visto impactada por la paralización del consumo, especialmente el turístico, en el que se basa su negocio. Majorica exporta a setenta mercados a través de diferentes canales (entre ellos cruceros o aviones) y en España cuenta con tiendas propias y presencia en El Corte Inglés.

Aunque la producción del grupo se centraliza en Mallorca (la empresa está basada en el municipio de Manacor), la compañía tiene su sede central en Barcelona. Majorica llegó a contar con 700 empleados en su centro de producción.

La compañía acumulaba en 2018 deuda con entidades de crédito por 5,43 millones de euros. A cierre de 2018, la empresa se encontraba en causa de disolución. “Dado que la nueva financiación obtenida es, en buena medida, a corto plazo, el fondo de maniobra a 31 de diciembre de 2018, es negativo por importe de 3,16 millones de euros. Adicionalmente, a 31 de diciembre de 2018, el patrimonio neto de la sociedad es inferior a las dos terceras partes del capital social”, explica la empresa en la memoria.

A cierre de 2018, la empresa se encontraba en causa de disolución

A lo largo de su historia, la centenaria empresa ha pasado por varias manos. Majorica comenzó su andadura en 1890 en Manacor (Mallorca) de la mano del alemán Edward Heusch, inventor del proceso de creación de las perlas cultivadas. 

En 1998, un colectivo de fondos de inversión encabezado por Alpha se hizo con el grupo, pero tras varios ejercicios en pérdidas en 2001 la empresa reclamó ayuda pública. Un año después, varios empresarios familiares catalanes, al frente de los cuales estaba Rafael Español, presidente de La Seda, acudieron al rescate de la compañía, que se encontraba entonces en concurso de acreedores.

Con aquella operación, en el capital de Majorica entraron las familias Ferrero, Costafreda, Lara y Godia, además de Caixa Catalunya y Zaforteza-Rodés. En 2005, la compañía pasó a manos de Yann Sandt, que administra la empresa a través de la sociedad Drasan Limited.