Luxottica se marca el objetivo de duplicar sus ventas hasta 2024 tras la salida de Andrea Guerra

Luxottica encara una nueva etapa de crecimiento con las ideas claras. Leonardo Del Vecchio, fundador de la compañía, ha decidido volver a la gestión diaria después de la salida de Andrea Guerra, consejero delegado del grupo durante la última década, por desavenencias entre ambos. Ahora, Del Vecchio traza una nueva hoja de ruta para la empresa en la que ha marcado el objetivo de duplicar su cifra de negocio, hasta más de 14.000 millones de euros, en los próximos diez años.

“Quiero que la empresa crezca en los próximos diez años aún más de lo que lo ha hecho en la década pasada. Mi objetivo es que en los próximos diez años se duplique nuestra cifra de negocio”, ha subrayado Del Vecchio a The Financial Times.

El directivo, que sostiene que Guerra ha salido de la empresa por no compartir sus “ambiciosos planes de futuro”, cree que la mayoría del incremento que espera en las ventas procederá del crecimiento orgánico, sobre todo, por el aumento de las ventas de óptica en mercados emergentes de Latinoamérica y en otros más establecidos como Estados Unidos.

No obstante, Del Vecchio también incluye en sus planes nuevas adquisiciones. “Hemos hecho compras, y seguiremos haciéndolas pero de compañías que no canibalicen las tiendas que actualmente tenemos y nuestros intereses. Nuestro objetivo es comprar una cadena que aporte algo distinto a la empresa”, subraya el empresario.

Entre las operaciones que el fundador de Luxottica consideraría está la creación de una empresa conjunta con LVMH, propietario de Louis Vuitton y Dior. Por el momento, no hay negociaciones sobre este posible acuerdo pero sí que está trabajando en una sociedad conjunta con Google para diseñar, desarrollar y distribuir las Google Glass.

Esta nueva etapa en Luxottica se produce tras la salida de Andrea Guerra, que fue el primer directivo externo a la empresa en ocupar el puesto de consejero delegado. Del Vecchio, que tiene seis hijos, no tiene previsto dejar que ninguno de ellos se haga cargo de la empresa en el futuro, porque según él mismo ha explicado “es una compañía demasiado grande y si hubiera querido sustituir a alguno de mis hijos en vez de al Sr. Guerra, no hubiera podido hacerlo”.