Luxottica pierde a su nuevo consejero delegado en un pulso de poder con el fundador

Luxottica sigue sin enderezar la cúpula. El grupo italiano confirmó ayer la dimisión de su primer ejecutivo, Enrico Cavatorta, seis semanas después de su nombramiento. El directivo se incorporó al cargo el 1 de septiembre tras la marcha de Andrea Guerra, quien estuvo al frente de la compañía durante diez años.

Cavatorta anunció su marcha en un comunicado a la junta directiva de Luxottica. El directivo, de 53 años, aseguró que se enfrentó al fundador y presidente de la empresa, Leonardo del Vecchio, desde el primer día de asumir el cargo. La semana pasada, el directivo dejó entrever su posible marcha tras vender un paquete de 550.000 acciones de la empresa a Delfin Sarl, un hólding controlado por Del Vecchio por 22,3 millones de euros.

Luxottica ha afirmado que trabaja en recuperar la estabilidad en la cúpula directiva y que estudia el fichaje de un nuevo directivo tras la marcha de dos consejeros delegados en poco más de un mes. Por el momento, Del Vecchio propondrá a otro ejecutivo de la casa, Massimo Vian, actual director general de operaciones, que asuma el cargo de Cavatorta de manera provisional.

Antes de ponerse al frente de Luxottica, Cavatorta había sido su director financiero. Los planes del grupo eran reforzar la cúpula con el fichaje de otro ejecutivo que ejerciese junto a Cavatorta el cargo de consejero delegado. La compañía tenía previsto nombrar a este otro directivo antes de finalizar el año.

Tras la marcha de Guerra, la empresa quiso recomponer la dirección con Cavatorta como responsable de las funciones corporativas; un segundo ejecutivo responsable de la expansión internacional, y Del Vecchio, como líder y supervisor del equipo. Guerra también abandonó la empresa por desavenencias con el fundador.