Empresa

Lupo tira de stocks arrastrado por la crisis de Nylstar

La compañía de bolsos da marcha atrás en la estrategia que puso en marcha hace más de un año y que consistía en elevar precios y marca.

S. Riera

15 nov 2016 - 04:50

 

Los descuentos se acumulan en las tiendas Lupo. La empresa catalana de bolsos, propiedad del grupo Praedium, ha iniciado una agresiva estrategia de descuentos y promociones con la que da marcha atrás a su último plan de crecimiento, puesto en marcha hace más de un año y que consistía en elevar el posicionamiento de la marca, incrementando precios y descartando las rebajas. La crisis de Nylstar, de la que Praedium también es dueño, ha arrastrado también a Lupo, que en los últimos meses ha perdido a su cúpula, ha encogido su plantilla y ha vuelto a cambiar de sede.

 

Fundada en 1989 por la familia Morenete, de larga tradición en la industria catalana de la piel, Lupo atraviesa ahora por un nuevo bache en su trayectoria. Tres años después de que Praedium comprara la compañía y la rescatara de los juzgados, Lupo ha empezado a tirar de stocks rebajados, en una nueva política de descuentos que por el momento no tiene fecha de fin. Este nuevo cambio de rumbo de la empresa de marroquinería coincide en el tiempo con la caída de Nylstar y el fin del Nylstar Fashion Group.

 

Lejos queda el último plan que Lupo puso en marcha a mediados de 2015 y que consistía en posicionar la marca en el lujo, incrementando los precios un 30% y dando sus primeros pasos en moda apoyándose en la nueva estructura de Nylstar, que también dio entonces un vuelco a su modelo de negocio para construir un grupo de moda a partir de la fábrica de hilatura. Hace un año, los precios de los bolsos Lupo oscilaban entre 400 euros y 4.000 euros y su propósito de entonces era encarecerlos un 33% más.

 

 

Para encarar esta nueva etapa, Praedium trasladó las oficinas de Lupo de Barcelona a la fábrica de Nylstar en Blanes con el propósito de sacar mayor partido a las sinergias entre ambas compañías. Las nuevas oficinas de Lupo se equiparon incluso con un taller para el desarrollo de muestras.

 

Sin embargo, a finales de 2015, el plan inicial empezó a resquebrajarse. Salió entonces de Lupo su consejero delegado, Manuel González-Tarrío, hombre de confianza de Alfonso Cirera, propietario de Praedium. González-Tarrío, había tomado el cargo en mayo de 2014 tras la adquisición de la empresa por el grupo inversor. Sus responsabilidades las asumió la directora general, Mireia Armengol, artífice de gran parte de la nueva estrategia.

 

Armengol dejó la empresa el pasado mayo coincidiendo con el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte) que afectó a toda la plantilla de Nylstar y que se alargó hasta mediados de julio. La empresa aprovechó el parón de la fábrica de hilatura para regresar a Barcelona. También en julio, Praedium puso fin a su proyecto Nylstar Fashion Group, de construir un grupo de moda.

 

Lupo mantiene en la actualidad sus tiendas en Paseo de Gracia y en la calle Mallorca, ambas en Barcelona; un corner en El Corte Inglés de la Avenida Diagonal de Barcelona, y dos establecimientos outlet, uno en La Roca Village y otro en Las Rozas Village.