Empresa

Los sucesores de Pepco retoman el hilo de la moda con Shon Mott y abren dos tiendas en España

Silvia Riera

10 dic 2015 - 04:47

La tercera generación de una de las principales sagas del textil en Cataluña regresa a la moda. Nietos del fundador de Yerse e hijos de los impulsores de la cadena Pepco, los hermanos Kiko y Pep Buxó impulsan ahora su propio negocio de moda con Shon Mott, una marca de moda masculina y femenina, de piezas atemporales, con las que desmarcarse del ritmo frenético del fast fashion. Tras menos de un año en el mercado, los Buxó cuentan ya con dos establecimientos, uno en Barcelona y otro en Madrid.

 

Yerse, impulsada por el empresario de Sabadell Lluís Generó Domènech, se ha convertido ya en una de las empresas históricas del sector en España y un referente de la reconversión de un modelo de negocio industrial a otro basado en la distribución y el retail. Pepco, por su parte, fue creada por Josep Buxó y Anna Generó, a mediados de los ochenta, como una cadena especializada en género de punto, y terminó echando el cierre a principios de la década del 2000.

 

La saga familiar perdura ahora con Shon MottKiko Buxó se ha lanzado al negocio textil después de haber encarrilado una carrera en Nueva York vinculada a la comunicación. Formado en la Parsons School of Design, donde estudió dirección de arte, diseño y comunicación, el emprendedor dio sus primeros pasos en el ámbito profesional de la mano de Stephen Gan, fundador de la revista V, y la agencia de publicidad Lipman, especializada en moda. Su hermano, por su parte, realizó estudios en diseño de producto en la escuela Eina de Barcelona y cursó el máster de Gestión de Empresas Industriales (GEI) en el IQS.

 

Con un capital social de partida de 50.000 euros, los hermanos Buxó iniciaron esta nueva andadura con el apoyo de su madre. Kiko y Pep Buxó ha explicado a Modaes.es que, a pesar de que empiezan de cero, cuentan con la experiencia y algunos contactos de sus familiares que les han ayudado a arrancar. “No tenemos nada que ver con el negocio de nuestros padres porque queremos hacer una marca nueva con un enfoque totalmente diferente”, aseguran los empresarios.

 

A pesar de querer trazar su propia andadura, los Buxó asientan su negocio en el retail. El pasado marzo abrieron su primera tienda en la calle Amigó de Barcelona y en octubre pusieron en marcha la segunda en Lagasca de Madrid. Por el momento, la enseña Shon Mott da sus primeros pasos y recoge las primeras impresiones. Para el futuro, la estrategia se centra en continuar creciendo a través de tiendas propias. “Los establecimientos propios, no en franquicia, ayudan a tener un control de tu marca”, señala el joven empresario.

 

Recién abierta la tienda de Madrid, los emprendedores no han fijado todavía ni dónde ni cuándo será su próximo destino. “Depende de cómo funcione el establecimiento de Madrid, daremos el siguiente paso –asegura, aunque nos gustaría abrir una segunda tienda en Barcelona y Madrid y dar el salto internacional, ante la buena respuesta que estamos teniendo por parte de los turistas”, explican los Buxó.

 

En el ámbito internacional, los emprendedores se marcan como objetivo ciudades como Ámsterdam, Ginebra o Múnich. “Son ciudades europeas que nos recuerdan a Madrid y Barcelona porque no son las líderes de la distribución, pero en las que tampoco compites con los gigantes del sector”, afirman Kiko y Pep Buxó.

 

Por otro lado, en los primeros meses de vida de la marca, sus impulsores han empezado a diversificar. Shon Mott empezó con una colección de moda femenina y una pequeña línea de prendas de moda masculina, que con el tiempo ha ido ampliando para que se equilibren. Además, la enseña ha ido abriéndose a otros segmentos, como la ropa de hogar y la decoración, los accesorios y, por último, el calzado. “Queremos transmitir un estilo de vida, una manera de hacer las cosas”, explican los empresarios.

 

El género de punto, marca de la saga familiar, sigue siendo uno de los pilares de Shon Mott, sobre todo el cashmere. Toda la colección de la marca está producida en España y, en el punto de venta, se comercializa a precios que oscilan entre los 34 euros de una camiseta de punto hasta los 160 euros de un jersey de invierno en cashmere y seda.