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Los fondos validan la ‘nueva Cortefiel’

La compra de CVC y Pai del 100% del grupo a Permira no sólo avala el cambio de rumbo de la empresa, sino que es un síntoma de confianza en la economía española y en el sector nacional de la moda. 

Iria P. Gestal

21 jul 2017 - 20:16

Los fondos validan la ‘nueva Cortefiel’

 

 

Dos años buscando un comprador para Grupo Cortefiel y la solución estaba en casa. CVC y Pai han comprado a Permira el 100% de la compañía madrileña, dando no sólo un balón de oxígeno al grupo, sino mostrando la confianza en el cambio de rumbo que Jaume Miquel, su consejero delegado ha puesto en marcha en el apenas un año que lleva en el cargo.

 

Con esta insólita operación (los dos fondos han agotado en mucho los plazos tradicionales en sus procesos de inversión), CVC y Pai validan la nueva estrategia de la compañía madrileña, emprendida por Miquel. La operación es también un síntoma de confianza en la economía española, cuyas previsiones de crecimiento para los próximos años se sitúan entre las más optimistas de los países desarrollados y, especialmente, del negocio de la distribución de moda.

 

Mientras que la incertidumbre y la inestabilidad han frenado en los últimos meses varias operaciones corporativas en el sector, principalmente en Estados Unidos y Reino Unido, la renovada apuesta de CVC y Pai por Cortefiel pone en valor la solvencia de la moda española para continuar compitiendo en un escenario global cada vez más desafiante.

 

 

 

 

La operación de Cortefiel refuerza, además, una tendencia global de apuesta por el retail español de moda ahora que vuelve a haber liquidez en el mercado. Los inversores con cash para invertir están mirando hacia España y, en concreto, al retail, como uno de los mercados más atractivos para la inversión. Y si hay un negocio en el que destaca la distribución en España es la moda, casa del mayor grupo del sector.

 

CVC y Pai se dan así una nueva oportunidad en el que continúa siendo el tercer mayor grupo español del sector, adquirido en 2005 junto a Permira, poco antes del estallido de la crisis. Con un escenario totalmente distinto, CVC y Pai quieren rentabilizar por fin su inversión y sus años de permanencia y descartan el exit confiando en el pelotazo.

 

Para Cortefiel, la decisión de dos de sus accionistas supone quitar del escenario la presión de los tiempos del private equity y, sobre todo, de los plazos de la abultada deuda contraída con el leverage buy out con el que se financió la compra en 2005.

 

En el mercado, se había llegado a negociar con la deuda del grupo con importantes descuentos, a tenor de las malas previsiones que durante años se tenían para la compañía. La operación relaja los compromisos financieros de Cortefiel, que tendrá mayor facilidad para, eventualmente, obtener recursos para su desarrollo.

 

Dos años buscando una salida

Presionados por el tiempo (más de una década) que llevaban manteniendo el activo y por la abultada deuda del grupo, CVC, Pai y Permira llevaban ya dos años en busca de una fórmula para salir.

 

El primero en presionar para la venta fue Permira, ya que el fondo a través del cual invirtió en Cortefiel ya había expirado y debía devolver los fondos a sus accionistas. De hecho, el fondo de Permira ya pidió una prórroga de un año para poder vender la empresa y reembolsar la liquidez a sus socios.

 

En septiembre de 2015, los tres fondos encargaron a Goldman Sachs la venta del grupo por 1.300 millones de euros. La primera opción fue dividirla por partes, algo que no terminaba de convencer a los fondos. En 2016, se contempló sacar de nuevo la compañía a bolsa diez años después, un plan que terminó paralizando el plan por la incertidumbre política en España y la inestabilidad de los mercados a escala global.

 

 

 

 

Finalmente, han sido sus propios socios quienes han dado a Permira la salida. En la operación, que ha reducido la deuda de Cortefiel en un 40%, los private equity valoran el grupo en más de mil millones de euros.

 

CVC ya fue, de hecho, el primer fondo que se interesó por Cortefiel en 2005. El grupo presentó en mayo de ese año una opa sobre el 100% de la empresa a un precio de 17,9 euros la acción, lo que valoraba la compañía en casi 1.400 millones de euros.

 

Pai y Permira irrumpieron con una contraopa en el último día del plazo, con una oferta de 18,4 euros la acción. La puja, sin embargo, no era suficiente, ya que estaba por debajo del acuerdo irrevocable que la familia Hinojosa había suscrito CVC, y que establecía un compromiso de venta a no ser que hubiera una oferta que mejorara el precio de CVC en un 8%. Finalmente, los tres fondos llegaron a un acuerdo para tomar el control de la empresa por 18,4 euros el título (con una aportación total de cerca de 1.400 millones de euros) y repartirse la compañía a partes iguales.  

 

Aval al nuevo cambio de rumbo

La compra por parte de CVC y Pai avala el nuevo cambio de rumbo que Grupo Cortefiel ha emprendido en el último año. La empresa ha iniciado una estrategia a largo plazo para ocupar la parte alta del mass market, un segmento que, según aseguró su consejero delegado, Jaume Miquel, a Modaes.es, “está vacío”.

 

En este movimiento a cinco años, el grupo pretende ganar rentabilidad duplicando su resultado bruto de explotación (ebitda). De la mano de Miquel, Cortefiel ha regresado a su cliente tradicional, hombres y mujeres de entre 45 y 55 años, aunque con un mayor componente de moda.  

 

El objetivo es replicar el movimiento que Miquel ya realizó con Women’secret, un reposicionamiento lento para colocarse como una cadena “aspiracional pero accesible”.

Con este salto hacia arriba, la compañía busca elevar su margen y, según asegura su consejero delegado, no implicará un aumento de precios. El resposicionamiento se mira en el espejo de marcas internacionales como J. Crew, Tommy Hilfiger o Victoria’s Secret.