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Los capazos de Twenty Violets buscan “hueco” en el centro de Barcelona tras crecer un 25% en 2014

Carolina P. Cela

24 jun 2015 - 04:50

Twenty Violets a la caza de un nuevo local. La compañía, con sede en Palamós, pone en marcha la búsqueda de un nuevo establecimiento para abrir su tercera tienda en España para esta temporada. El local estará situado en Rambla Cataluña o en el centro comercial de L’Illa Diagonal.

 

Twenty Violets, que se creó con una inversión inicial de 30.000 euros, ha cerrado el ejercicio de 2014 con una cifra de negocio de 1,5 millones de euros, un 25% más respecto al ejercicio de 2013, cuando la compañía alcanzó una facturación de 1,2 millones de euros.

 

La marca catalana que ha popularizado los capazos pintados a mano, se puso en marcha en 2012 de la mano de Ignasi Gironella. “En un inicio empezamos a hacer bisutería, pero luego lanzamos los capazos y se ha convertido en nuestro producto estrella” añade Gironella.

 

Twenty Violets cuenta actualmente con dos tiendas propias, una en Barcelona y otra en Cambrils. Su red de distribución supera los 300 puntos de venta en España y los 400 en el resto del mundo, donde opera en países como Holanda, Suiza, Florida o Australia.

 

La compañía, que tiene presencia de forma internacional, asegura que “la exportación supone el 80% de las ventas”. Los precios de un capazo oscilan entre los 60 y 80 euros y se fabrican de forma artesanal e individualmente en talleres de Barcelona.

 

La enseña lleva a cabo tres colecciones anuales: Primavera/Verano, Otoño/Invierno y Fiesta/Navidad, con una media de 400 piezas. Además, Twenty Violets hace una colección especial para el mes de agosto con el lanzamiento de 300 artículos. Entre los materiales con los que trabaja están el cuero, la seda y las piedras naturales.

 

Aunque la marca es conocida por sus cestos de rafia, a lo largo de los años y ante el problema de la estacionalidad de su producto, ha ido ampliando su cartera de productos. Uno de los principales problemas a los que se enfrentó Twenty Violets en su segundo año de vida fue la estacionalización de las ventas. La enseña  cuenta con bolsos, ropa, accesorios y hasta una línea de hogar para poder seguir operando el resto de meses del año.