Empresa

Los apellidos más discretos de la moda española

26 ago 2009 - 00:00

Viven en diferentes partes de España. Sus orígenes no coinciden. Ni siquiera tienen la misma edad. Sin embargo, los propietarios de las principales empresas españolas del sector de la moda tienen un factor en común: la discreción. Amancio Ortega e Isak Andic, fundadores de Inditex y de Mango, respectivamente, son sólo dos ejemplos de cómo los empresarios del sector se esconden tras los focos y el glamour de la moda. Emprendedores, familiares y ambiciosos son otras de las características que definen a los empresarios que impulsan las principales empresas de moda que forman parte de las 5.000 mayores compañías españolas.El fundador y propietario de la mayoría de Inditex es el principal exponente de este fenómeno. Ortega nació en 1936 en Busdongo de Arbas (León), aunque de bien pequeño se trasladó a La Coruña con su familia. Allí comenzó a trabajar en la mercería La Maja, donde empezó a gestar un modelo de negocio que en 1963 creó junto a su hermana Josefa y su entonces esposa, Rosalía Mera. Andic nació en Estambul (Turkía) en 1953 y, como Ortega, cambió de ciudad de residencia con su familia. A los 14 años, el dueño de Mango se instaló en Barcelona, donde inició sus primeras aventuras empresariales. Lo hizo también junto a su familia: Andic ha estado siempre acompañado de su hermano mayor, Nahman, que hoy en día continúa presente en Mango. Durante los últimos años, un tercer empresario se ha unido a este grupo. Se trata de Thomas Meyer, fundador y propietario de la mayoría de Desigual, uno de los últimos fenómenos del sector de la moda. De origen suizo, Meyer llegó a Barcelona tras una larga temporada en Ibiza, donde también operaba en el sector textil. En la empresa trabajan con él dos de sus hermanos, Christian y Daniel.Igual que a Ortega y a Andic, a Meyer no le gusta revelar datos de su vida privada. Aunque lleva menos tiempo sometido al foco de los medios de comunicación, el propietario de Desigual es igual de reacio a aparecer en ellos. Ninguno de los tres ha concedido jamás una entrevista, aunque el dueño de Mango cada vez se prodiga más en actos públicos y se muestra amable con la prensa. Pero aún tienen otro rasgo en común y es que los tres empresarios han sido capaces de dejar atrás la estructura de empresa familiar. Inditex completó este proceso con su salida a bolsa en 2001, un camino que comenzó con la profesionalización de la empresa de la mano de José María Castellano. Hoy en día, la empresa está dirigida por Pablo Isla. Mango, que se resiste a entrar en el mercado de valores, cuenta desde sus orígenes con un director general ajeno a la familia (Enric Casi) y ha completado su estructura con la creación de un comité ejecutivo. Desigual, lejos todavía del tamaño de Mango e Inditex, también ha seguido su ejemplo: Meyer ha confiado desde 2002 en Manel Adell todas las tareas ejecutivas.Otros apellidos La lista de apellidos discretos de la moda española es aún más larga. Podemos encontrarlos en, por ejemplo, uno de los líderes mundiales del sector nupcial, Pronovias. La compañía es propiedad de Alberto Palatchi Ribera, hijo del fundador de la empresa, Alberto Palatchi Bienveniste, un empresario turco que se instaló en Barcelona en 1922. Palatchi es más abierto a aparecer en público que Ortega, Andic o Meyer, quizás por la propia naturaleza del mercado en que trabaja. Casado con Susana Gallardo (de la familia propietaria de los laboratorios Almirall), el empresario sólo concede entrevistas en contadas ocasiones, y sólo a prensa económica. La familia que se esconde detrás de Punt Roma, una de las mayores empresas españolas del sector, es otra gran desconocida. El empresario Rodrigo García, fundador de la compañía, se mantiene completamente apartado de los focos. No concede entrevistas ni contesta a preguntas sobre la compañía. Comenzó su trayectoria profesional trabajando en el sector textil en Mataró (una de las zonas españolas con mayor tradición) y en 1976 fundó Géneros de Punto Victrix, matriz de Punt Roma, especializada en moda para mujeres. Su mujer y sus hijos también están presentes en capital de la empresa. El presidente del grupo de perfumería, cosmética y moda Puig, Marc Puig, ha heredado de su padre, Mariano Puig, su reticencia a tratar con los medios de comunicación. De hecho, Puig no ofrece ni una rueda de prensa anual para presentar sus resultados, pese a que factura más de 1.000 millones de euros anuales. Marc Puig ha hecho el camino contrario a su padre, que pasó de gestionar el grupo perfumero familiar a adquirir grandes marcas de moda internaciaonal. Con un máster en Harvard, Marc Puog primero dirigió la división de Puig en Estados Unidos y luego presidió Carolina Herrera. De aquí pasó en 2007 a la presidencia ejecutiva del grupo y ahora su reto es demostrar que es más que un último gesto de poder de Mariano Puig para demostrar quién manda en la compañia. Por ahora, Marc Puig se ha limitado a anunciar nuevas adquisiciones. Pero hace falta que cierre una operación suya que demuestre que es un digno hijo de su padre, tal y como hizo su predecesor con adquisiciones como Myrurgia, Paco Rabanne, Nina Ricci o Carolina Herrera. Aunque no se trate de empresarios familiares, los dos ejecutivos que se esconden detrás de Pepe Jeans tampoco son conocidos. Ni Carlos Ortega ni Javier Raventós, consejero delegado y director financiero, respectivamente, se esconden de la prensa, pero en muchas ocasiones Pepe Jeans es confundida por una empresa extranjera. De hecho, sus orígenes se encuentran en Londres, aunque en 1998 los dos ejecutivos se hicieron con el control de la compañía mediante un management buy out (MBO).