Empresa

Loewe inicia la búsqueda de un nuevo creativo para recomponer el tándem diseño-gestión

S. García/ F. Marín-Camp

26 jun 2013 - 04:45

Loewe se queda sin la mitad de su equipo. La marcha de Stuart Vevers a la estadounidense Coach deja a la firma de origen español sin responsable de diseño y deshace el tándem que el creador formaba junto a Lisa Montague, consejera delegada de la marca y con la que también trabajó en Mulberry. Ahora, Loewe inicia el proceso de búsqueda de un sustituto que, como Vevers, conjugue la creatividad con la visión comercial y sea capaz de trabajar de la mano del equipo gestor.

 

La salida de Vevers de Loewe, anunciada por la nueva compañía del diseñador y respecto a la cual la empresa de LVMH todavía no ha realizado ningún comentario, generó ayer una fuerte sorpresa en el sector y en la propia compañía. Especialmente por la buena sintonía entre el ya ex director creativo de la firma española y la también británica Montague, llegada a Loewe un año después de que lo hiciera el diseñador. Montague ha señalado en alguna ocasión que trabajar junto a Vevers era una de sus principales motivaciones al frente de Loewe.

 

Junto a la directiva, con la que ya había trabajado en Mulberry, han formado un tándem que durante cinco años ha devuelto a la firma a la rentabilidad. Ambos han conseguido que Bernard Arnault se fije en la marca de nuevo y la cite como ejemplo de crecimiento y buena evolución, como una firma de tamaño medio que se ha transformado en un activo más grande que realiza una aportación real al conglomerado.

 

Ahora, Loewe deberá buscar a alguien que, como Vevers, entienda a la marca y la sepa liderar con visión comercial y creativa. El diseñador ha conseguido incrementar la aceptación internacional de una enseña nacida en Madrid hace más de un siglo y acercarla a un público más joven.

 

La compañía ha inaugurado recientemente su primera tienda en Roma, que se une a la que la firma tiene ya en Milán, y una oficina en Nueva York, a la que se ha trasladado el director general de Loewe en Estados Unidos. El objetivo de este cambio es dirigir el negocio de la firma en el país desde Nueva York y mantener una relación más cercana con los principales grupos de grandes almacenes, en los que la enseña cuenta con una importante presencia.

 

En España, Loewe clausurará el próximo septiembre su establecimiento ubicado en la plaza Moyua de Bilbao y se trasladará al complejo comercial que El Corte Inglés tiene en la Gran Vía de la ciudad vasca, donde abrirá un punto de venta. La compañía ocupa este local desde 1961.

 

Loewe está presente en 32 países a través de 160 tiendas propias y cuenta con una plantilla de 1.100 personas. Con sede central en Madrid, Loewe tiene filiales en Hong Kong, Shanghai y Tokio, a las que ahora se añade la oficina de Nueva York.

 

Loewe antes de Stuart Vevers

 La firma de origen español, propiedad desde 1996 del grupo francés LVMH, cuenta con una larga trayectoria en lo que a directores creativos se refiere. El primero en ocupar ese cargo fue José Pérez de Rozas, responsable de los diseños de la firma desde 1945 hasta 1978. En la década de los setenta, la compañía diversificó sus actividades y contó con colaboraciones de creadores como Karl Lagerfeld o Giorgio Armani para las primeras colecciones de prêt-à-porter femeninas.

 

Doce años después de firmar un acuerdo de distribución internacional con la firma española, LVMH se hizo con el control de Loewe en 1997 e inició la expansión global que llevaría a la empresa a todos los rincones del mundo.

 

La gestión de LVMH trajo también caras nuevas. El mismo año en el que adquirió Loewe, el grupo puso al frente de la dirección creativa de la firma a Narciso Rodríguez. El diseñador estadounidense ya contaba con prestigio y reconocimiento internacional por creaciones como el vestido de novia de Carolyn Bessette para su boda con John Kennedy Jr.

 

En 2001, Rodríguez abandonó la dirección creativa de Loewe y fue sustituido por José Enrique Oña Selfa. El creador belga de padres españoles estuvo al frente de los diseños de Loewe hasta el 2007. Antes de entrar en la firma, Oña Selfa trabajó con diseñadores como Olivier Theyskens o Karl Lagerfeld, creador que le apoyó en sus inicios en la industria de la moda.

 

Aunque de prestigio y reconocidos mundialmente, estos dos diseñadores no consiguieron cuajar su visión de la moda con la de Loewe, que encontró en Stuart Vevers a la horma de su zapato. El diseñador británico, que había trabajado en Calvin KleinBottega VenetaGivenchy y Louis Vuitton, consiguió darle la vuelta al concepto de marca de Loewe y aportó una visión nueva y renovada de una enseña clásica con más de 150 años de trayectoria.