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Lidl, Hipercor y Carrefour, un negocio textil de 4.000 millones para comerse a Primark y Lefties

Esmara, Unit, TEX o In Extenso son algunas de las marcas de moda que pueden encontrarse en las principales cadenas de supermercados en España.

C. Pareja/ I. P. Gestal

24 oct 2016 - 04:42

 

Aceite, azúcar, leche, harina y un par de camisetas básicas. La lista del súper del consumidor ha cambiado en los últimos años, añadiendo cada vez más prendas de moda al ticket medio del español que va a hacer su compra mensual a Lidl, Carrefour o Hipercor. El negocio textil en los supermercados ya mueve más de 4.000 millones de euros en España, convirtiéndose así en una amenaza para cadenas de moda low cost como Primark o Lefties.

 

Los súper e hipermercados son el segundo canal con mayor peso en la facturación del comercio de moda en España, por detrás de las cadenas especializada como Zara, Mango o Cortefiel. En 2015, las grandes superficies coparon el 24,3% de las ventas del sector, según el último informe El comercio textil en cifras, elaborado por la Asociación de Comercio  Textil y Complementos (Acotex).

 

Apoyados en el descenso del poder adquisitivo de los españoles, los híper y supermercados han ganado terreno a pasos agigantados entre los destinos preferidos por los consumidores para sus compras de textil, complementos y calzado. El canal cerró 2015 con una facturación de 4.311 millones de euros, un 6,4% más que el año anterior.

 

A finales del siglo pasado, cuando Acotex todavía no tenía en cuenta las ventas en outlets, las grandes superficies eran un canal residual en un sector dominado entonces por un multimarca que parecía invencible.

 

No fue hasta 2003 cuando dieron un verdadero impulso, adelantado a los grandes almacenes y, más tarde en 2011, también a los multimarca, con una cuota del 23,8% y una facturación que entonces alcanzaba los 4.005 millones de euros. En los últimos dos años, el canal ha agrandado todavía más su distancia tanto en cuota como en facturación con los grandes almacenes.

 

 

 

 

 

Según datos de Kantar Worldpanel, la cuota de los super e hipermercados únicamente en el sector textil de vestir (excluyendo calzado, accesorios y hogar), asciende a 6,1%, frente al 5,4% que tenía hace unos años.

 

El canal es especialmente fuerte en el segmento de prendas interiores, donde copa un 14% de las ventas, si bien todavía tiene margen de crecimiento en prendas exteriores, un sector dominado por las cadenas de moda y donde los supermercados copan sólo el 4,6% de las ventas.

 

Si el gigante irlandés Primark toma prestadas las reglas de los súper y los híper para la distribución de sus productos en sus tiendas, gigantes de la alimentación como Lidl o Carrefour han sumado a su oferta prendas de moda básicas y a precios competitivos para postularse como firmes competidores para el resto de cadenas de moda rápida en el país.

 

Lidl ha sido una de las últimas compañías especializada en alimentación en relanzar su propia marca de moda para tomar posiciones en el sector en España. Con Esmara, el gigante alemán, que es el mayor grupo de distribución de Europa, llega a 500 establecimientos de España con una oferta de moda femenina con precios que no superan los 10 euros.

 

En la actualidad, el negocio textil representa el 10% de la facturación de Lidl en España. El grupo, que cuenta con presencia en 27 países de toda Europa,  también comercializa su enseña masculina, Livergy, la de niños, Pepperts, y la de bebé, Lupilu, en sus tiendas.

 

Lidl sigue la ola de uno de los grupos de supermercados que más penetración tiene en el mercado español, Carrefour, que opera con su marca de moda TEX en todas las grandes superficies en las que tiene presencia.

 

Recientemente, Carrefour también ha apostado por seguir los pasos de los gigantes de la distribución de moda en España, como Inditex, Mango o H&M, con la puesta en marcha de una plataforma de ecommerce para TEX. La tienda online ya cuenta con 1.200 referencias de la marca aunque el grupo confía en multiplicar por cinco su oferta hasta finales de año.

 

El grupo de grandes almacenes El Corte Inglés, de la mano de su cadena de supermercados Hipercor, también lleva apostando desde sus inicios por el negocio de la venta de moda. Hipercor distribuye prendas para hombre, mujer y niño bajo la marca Unit, con un precio más elevado que el de su competencia, ya que un pantalón para hombre puede costar en torno a los 20 euros y un vestido de mujer unos 17 euros. En los últimos meses, el grupo ha mostrado más interés por el sector, con el lanzamiento de catálogos especiales y un nuevo concepto de tienda.

 

 

 

 

 

 

 

Alcampo, filial de hipermercados en España del grupo galo Auchan, también ha querido comerse un trozo de este pastel. Para la venta de artículos de moda en general, Alcampo cuenta con dos marcas principales con las que comercializa sus productos propios, con diferentes precios y gamas, pero siempre a un precio relativamente inferior al que el consumidor puede encontrar en otras tiendas similares. El grupo opera en España con sus marcas In Extenso, que cuenta con una pequeña dosis de tendencia, y Basic Line Collection, que son artículos de moda básicos de primer precio.

 

De Walmart a Sainsbury’s, la moda en el ‘súper’ fuera de España

Los grandes operadores internacionales están más que acostumbrados a ofrecer una oferta sólida de moda en sus supermercados. Es el caso de gigantes de la alimentación como la británica Sainsbury’s, que distribuye moda en sus establecimientos a través de su marca de moda masculina, femenina e infantil TU.

 

Esta registró unas ventas de más de 900 millones de libras (1,3 millones de euros) según los últimos datos disponibles de Sainsbury’s, un 8,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Este dato convierte al grupo en el sexto mayor distribuidor de moda por volumen del país.

 

Reino Unido es el mercado europeo que ha liderado la apuesta de los supermercados por el sector de la moda, especialmente tras el estallido de la crisis. Una de cada cuatro prendas de ropa que se compran en Reino Unido se adquieren en este tipo de superficies, y uno de cada diez libras que los británicos gastan en moda terminan en grupos como Sainsbury’s, Tesco o Asda.

 

El hábito de comprar ropa en este tipo de canales está más extendido que en otros países del continente, y más de dos tercios de los británicos compran, al menos, un artículo de moda en supermercados cada año, y el porcentaje se ha mantenido estable en los últimos cinco años.

 

Los precios son su principal punta de lanza: en el conjunto de la gran distribución británica de moda, sólo el 9,6% de la oferta cuesta menos de diez libras. En Tu, la marca de Sainsbury’s, el porcentaje asciende al 58%; en F&F, la enseña de Tesco, al 58% y en George, la de Asda, al 72%. 

 

En el mercado estadounidense, por su parte, los grandes gigantes de los supermercados también distribuyen sus propias marcas de moda. Desde Walmart con sus marcas Maxwell y Faded Glory, hasta Walgreens, que vende en sus supermercados prendas de ropa interior para mujer y hombre. En el caso de Latinoamérica está Tottus, cadena de supermercados del gigante chileno Falabella que también distribuye prendas de moda para mujer, hombre y niño en campañas especiales.