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Libélula Shop, una vuelta de tuerca más al concepto del multimarca

Nacida en 2013 de la mano de los hermanos Manuel y Alicia García Pereira, en los establecimientos de la compañía, las marcas pagan un canon fijo de 350 euros al mes para comercializar sus productos.

C. Juárez

15 ene 2019 - 04:49

Libélula Shop, una vuelta de tuerca más al concepto del multimarca

 

 

Libélula Shop echó a andar en Sevilla en otoño de 2013, en plena crisis económica del país y del propio canal multimarca. Los hermanos Manuel y Alicia García Pereira quisieron dar una vuelta al negocio acercándose más al modelo de grandes almacenes para llenar un segmento que, según ellos, estaba desatendido.

 

En Libélula Shop, las marcas pagan un canon fijo de 350 euros al mes para tener presencia en el espacio. La empresa asume los costes fijos, mientras que las marcas se encargan de gestionar y mantener su propio stock en función de las ventas.

 

El objetivo de los empresarios con Libélula Shop era dar apoyo a esas marcas pequeñas que se habían quedado sin su canal principal para operar durante la crisis. Ambos provenían de sectores ajenos a la industria de la moda: Manuel había ejercido como consultor, mientras que Alicia es psicóloga y había trabajado en el departamento de recursos humanos de varias empresas.

 

 

 

 

El primer establecimiento de Libélula Shop se ubicaba en la calle Cuna de la capital hispalense, en pleno centro, en un antiguo palacete de mil metros cuadrados de superficie donde setenta marcas independientes confluían para ofrecer sus productos a pie de calle sin gran inversión. Hoy, la principal tienda de la empresa se encuentra en la calle Méndez Nuñez.

 

La intención de la empresa es crear un espacio donde diseñadores jóvenes que están empezando puedan mostrar sus productos y poner en valor su trabajo. En ese contexto, Libélula Shop se autodefine también como una empresa cazatalentos y una plataforma de gestión de marcas. Además, el objetivo de la compañía también pasa por ir más allá de la venta: cada tienda cuenta con un espacio de cafetería y showroom donde los diseñadores se encuentran con los clientes, además de organizar exposiciones y actividades culturales.

 

 

 

 

En 2016, después de testar el modelo en su mercado local, los hermanos García Pereira decidieron expandir su presencia a otras ciudades. En la actualidad, Libélula Shop, que emplea a alrededor de veinte personas, cuenta con ocho establecimientos. Dentro de sus planes de expansión, que se realizan con socios franquiciados, la empresa planea alcanzar una red de treinta tiendas para 2020.

 

A pesar de ello, los fundadores afirman que quieren ir con pies de plomo a la hora de crecer, por lo que no contemplan la búsqueda de socios.  Libélula Shop espera cerrar 2018 con una facturación de seis millones de euros y un ebitda de 450.000 euros.