Empresa

Las zapatillas de ‘running’ de Warren Buffet abren filial en España

P. Riaño

16 ene 2015 - 04:55

Warren Buffet extiende sus tentáculos en España. Pero, lejos de sectores como el inmobiliario, el magnate de los negocios apuesta ahora por la moda para crecer en el mercado español. La marca de material deportivo Brooks, especializada en el sector del running, desembarca en España para competir con Nike y Adidas. “Brooks está que se sale (Brooks is on fire)”, dijo Buffet en la carta que dirigió en 2013 a los accionistas de Berkshire Hathaway

 

Brooks, que en 2014 celebró su centenario, es una de las principales marcas del mundo en el negocio del running. En mercados como Estados Unidos o Alemania, cuenta con una alta penetración, mientras en España es poco conocida y tiene una pequeña red de distribución. La marca se distribuye hoy en sesenta mercados.

 

Ahora, la compañía estadounidense, con una cifra de negocio de 500 millones de dólares (424 millones de euros) en el último ejercicio (finalizado en abril de 2014), se ha propuesto cambiar esta situación. Brooks operaba hasta ahora en España de la mano de un distribuidor, la empresa malagueña Sigma Import.

 

La empresa estadounidense ha tomado el control de su negocio en el mercado español y ha creado una filial para gestionarlo. Brooks Running, con sede en la calle Hermosilla de Madrid, se constituyó en marzo del año pasado. La sociedad, que está controlada al cien por cien por Brooks Sports (con sede en Holanda), se constituyó con una capital de 3.000 euros y el pasado septiembre lo amplió en 1.500 euros más.

 

Al frente del desarrollo del mercado español se encuentra Dan Rickfelder, con una trayectoria de dieciséis años en Brooks, el último de los cuales lo ha pasado en España. Basado en Barcelona, Rickfelder se está encargando de formar el equipo que gestionará el negocio de la marca en el país, absorbiendo parte del equipo de Sigma Import e incorporando nuevos trabajadores.

 

Por el momento, tal y como ha explicado Rickfelder a Modaes.es, el equipo de Brooks está dividido entre Málaga y Barcelona, donde se ha instalado un departamento de ventas y márketing. La empresa calcula que en julio habrá definido ya el plan para atacar el mercado nacional, donde ya patrocina alrededor de cuarenta eventos vinculados al mundo del running, entre ellos la Maratón de Valencia.

 

“Queremos aprovechar el boom del running en España”, ha señalado Rickfelder, que añade que la apuesta por España se enmarca en el desarrollo de la marca en Europa. El pasado junio, Brooks colocó al frente de su expansión en Europa, Oriente Medio y África a David Bohan, hasta entonces presidente mundial del grupo. En paralelo, la empresa nombró a un ejecutivo para Alemania, Austria y Suiza, otro para Reino Unido y otro para España.

 

Brooks, cuya central europea está ubicada en Ámsterdam, quiere aumentar su presencia en España a través del canal multimarca y descarta la apertura de tiendas propias. “Nuestro producto es muy técnico, con precios que no bajan de los 110 euros”, explica Rickfelder, que reconoce, asimismo, que en el mercado español competirá con marcas no tan específicas de running, como Nike, Adidas o Asics.

 

Fundada en 1914 especializada en la fabricación de patines de hielo y zapatos deportivos con tacos, Brooks se convirtió en los años setenta en una de las grandes compañías del negocio del deporte, con actividad no sólo en running, sino también en baloncesto o fútbol. En los noventa, la compañía rozó el cierre y decidió reconvertirse en una empresa especialista en running.

 

La propiedad de Brooks también ha sufrido cambios a lo largo de su historia. En 1982, la empresa fue adquirida por Wolverine Worldwide (uno de los mayores grupos del mundo de calzado), que la vendió en 1998 al fondo JH Whitney. Brooks, que bajo la propiedad de Wolverine llegó a arrastrar pérdidas de más de 60 millones dólares, fue adquirida por Russell en 2005. Un año más tarde, Russell fue vendida a Fruit of the Loom, propiedad de Berkshire Hathaway, que en 2012 segregó Brooks y lo convirtió en una empresa independiente.

 

Brooks es una muy pequeña parte del negocio del multimillonaria Warrent Buffet, pero el empresario ha señalado en diversas ocasiones que es el tipo de negocio que le gusta: con foco, fácil de seguir y con una estrategia a largo plazo. Ser parte de Berkshire le ha sentado bien a Brooks, pasando de facturar 65 millones de dólares en 2001 a 500 millones de dólares en 2014, con el reto de alcanzar 1.000 millones de dólares en la próxima década.