La Tienda de Lolín se retira del centro de Barcelona
30 may 2013 - 04:49
La compañía, que no ha querido hacer ninguna declaración, ha cerrado su tienda en el centro de Barcelona, que operaba bajo la fórmula de la franquicia. La Tienda de Lolín, que cuenta con otros dos establecimientos en Barcelona, opera con su marca en Cataluña, Levante y Madrid, según información facilitada por la empresa.
En paralelo al repliegue de la compañía en el mercado español con el cierre de tiendas, La Tienda de Lolín declaró el pasado año la insolvencia de su sociedad Géneros de Punto Dengra ante el juzgado de lo social número 5 de Barcelona. Esta sociedad estaba especializada en el comercio al por menor de prendas de vestir en establecimientos especializados.
Ahora, La tienda de Lolín estudia crecer en el mercado nacional con franquicias para esquivar la caída del consumo. La compañía, liderada en la actualidad por Francisco Parra, opera en el mercado con dos sociedades tras la declaración de insolvencia de su sociedad histórica constituida en 1985.
La primera de ellas, La Tienda de Lolín Franquicias, es la encargada de la relación de la cadena con los socios franquiciados. La segunda, La Tienda de Lolín Business Enterprise, está especializada en el comercio al por menor de textiles en establecimientos especializados y es la encargada de servir género a las franquicias de La Tienda de Lolín. En paralelo, la compañía también opera en la Red con la sociedad Lolín Virtual, que es la encargada de gestionar el negocio de la cadena en Internet.
La tienda de Lolín se fundó en 1963, de la mano de Manuel Dengra y Dolores Maja. No fue hasta 1986 cuando abrió sus primeras dos tiendas en Cataluña, ubicadas en Lloret de Mar y en la calle Portal del Ángel, en Barcelona. En 1999, La Tienda de Lolín encaró su relevo generacional con la entrada en la compañía de Lolín Dengra, que pasó a liderar el departamento de diseño, y Manuel Dengra, que asumió la dirección general de la compañía.
Con los hijos de los fundadores al frente de la empresa, La tienda de Lolín decidió dar un giro a su estrategia de producto y apostar por las tallas grandes. Este cambio, y su gran aceptación por parte de las consumidoras, permitieron al grupo incrementar su presencia en localidades de otras comunidades autónomas como Valencia, Alicante, Madrid o Zaragoza.