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La política y el clima ahuyentan al retail de España en el primer semestre

Las entradas de nuevos operadores en el arranque del año han sido más moderadas que en 2017, en un contexto marcado por la caída del comercio de moda en el país y la ralentización de las operaciones.

Iria P. Gestal

14 jun 2018 - 04:53

La política y el clima ahuyentan el retail de España en el primer semestre

 

 

Comercio a la baja, ambiente político enrarecido y clima a destiempo. Este es el escenario que se encuentran los grupos internacionales de moda a la hora de valorar un desembarco en España, y que ha frenado las entradas de nuevos operadores en la primera mitad de 2018.

 

Salvo algunas aperturas contadas como Loro Piana, Laline, especializada en cosmética, o Goolden Goose y entradas tímidas a través de El Corte Inglés, apenas han llegado nuevos grupos extranjeros al mercado español en el primer semestre. Algunos de los que sí han contemplado entrar en el país han retrasado o puesto en stand by su plan tras la crisis política en Cataluña a finales del año pasado, mientras que otros continúan buscando locales adecuados.

 

“La moda se está moviendo poco, y las marcas que hay están poco agresivas o tienen muy poca implantación en el mercado”, subraya Daniel Jiménez, director de operaciones de retail de Savills Aguirre Newman. “España ahora mismo no es una prioridad para el sector”, añade.

 

 

 

 

Quienes sí se mantienen activos en retail son los grupos de moda deportiva, como Sprinter o Twinner, y las cadenas de cosmética como Kiko Milano o NYX, propiedad de L’Oréal, sectores en los que el consumo se mantiene al alza y que se ven menos afectados por la climatología.

 

El comercio de moda, en cambio, ha registrado su peor arranque de año desde 2013. Según los últimos datos de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), las ventas del sector acumulan un descenso del 6,2% hasta mayo, tras cinco meses consecutivos a la baja.

 

Jiménez opina que el impacto de la situación política es menor que el año pasado. “Son decisiones a largo plazo, y la política ya no es algo que se comente, lo que sí continúa retrasando las entradas son los elevados precios de los alquileres en los ejes prime”, añade el consultor.

 

 

 

 

“El año pasado fue bastante fuerte en cuanto a entradas, pero sí es cierto que los procesos de comercialización son mucho más lentos”, apunta Susana Elhombre, responsable de High Street de la consultora inmobiliaria CBRE.

 

Entre los grupos internacionales, prima la prudencia, a la espera de que el contexto mejore y de encontrar las ubicaciones adecuadas. Es el caso de compañías como Victoria’s Secret o Urban Outfitters, que llevan ya varios años buscando nuevos locales en el país.

 

Otras cadenas, como Terranova, que aterrizó pisando fuerte en España con un flagship store en Barcelona, ha puesto por el momento en stand by su desarrollo en el país, donde llegó a contemplar aperturas en Madrid y Valencia e introducir su cadena Calliope.

 

El lujo, por su parte, sí ha movido ficha en la primera mitad del año, aunque la mayoría de operaciones han sido la guinda a largos procesos que venían de uno o incluso dos años atrás y que se han cerrado al encontrar una ubicación que se ajusta a sus requisitos. Es el caso, por ejemplo, de Isabel Marant o Loro Piana, que abrirán en los próximos meses en Paseo de Gracia.

 

“Para nosotros ha sido un buen inicio de año, aunque sí es cierto que alguna operación se ha pospuesto a la espera de encontrar locales adecuados”, subraya, por su parte, Javier Pastor, director nacional de Ascana.

 

También ha desembarcado en España Karl Lagerfeld, que aterrizó de la mano de Via Emilia, aunque es prudente en sus previsiones de aperturas. En Madrid, la mayoría de operaciones han sido ampliaciones o reubicaciones, como las de Bottega Veneta y Saint Laurent en Serrano.