Empresa

La plantilla de Blanco, en pie de guerra: une fuerzas para denunciar ante el juzgado a Alhokair

Un grupo de empleados presentará una querella criminal contra la cúpula del grupo saudí, que se hizo con Blanco en 2014.

C. Pareja

9 nov 2016 - 05:00

 

Los trabajadores de Blanco se unen para plantar cara a la compañía en pleno proceso de venta. La plantilla de la cadena madrileña, bajo la Plataforma de Afectados por Blanco, ha decidido denunciar a la empresa con el objetivo de acceder a “una indemnización lo más alta posible”, según han explicado los representantes de los trabajadores del grupo a Modaes.es.

 

“Se llevarán a cabo acciones penales por la vía de la presentación de una querella criminal contra la cúpula del grupo por un presunto delito de insolvencia punible, que tendría como objetivo lograr un acuerdo con el grupo”, explican desde la Plataforma de Afectados por Blanco. Dicha asociación ha contratado al despacho de abogados Camacho&Maíz para llevar a cabo este proceso.

 

No es la primera ves que Camacho&Maiz trabaja para los empleados de Blanco. El bufete ya asesoró a la plantilla de la compañía en el anterior expediente de regulación de empleo (ERE) que presentó Blanco.

 

Según documentación aportada por la plataforma, Camacho&Maiz se ofrece a “estudiar, preparar y presentar la querella contra Blanco, llevarla a trámite y a actuar en eventuales procedimientos mercantiles, ya sea concurso voluntario o concurso necesario si algún acreedor lo solicita”.

 

Estas acciones por parte de la plantilla de Blanco se producen después de que la compañía haya llegado a un acuerdo con los trabajadores para suspender el ERE anunciado el pasado 14 de septiembre con el objetivo de que la empresa esté “en las mejores condiciones posibles” en su intento por encontrar un inversor.

 

 

 

 

Así, la Plataforma de Afectados por Blanco se adelanta un paso en el proceso y “augura el peor final para la compañía”. “Esta plataforma sólo se ha creado para hacer pagar a la empresa por arrebatarnos nuestros empleo, llevándola a la ruina –explican desde la asociación-; desde la plataforma no se informará de nada más que de la gestión de la denuncia, por lo que cualquier otra información sólo será facilitadas por los delegados, coordinadora y el comité de sindicatos (CCOO, UGT y ELA)”.

 

Últimos pasos y la vuelta de Bernardo Blanco

En las últimas semanas, Blanco se ha convertido de nuevo en protagonista del negocio de la moda en España por diversas razones. Entre ellas se encuentran la vuelta al mercado de la compañía en busca de una inyección de capital. El fondo saudí AC Modus está sondeando diferentes opciones para captar recursos con los que poder sacar a flote a la compañía o, en su lugar, liquidar la estructura de España y Portugal.

 

Otra de las razones ha sido la enésima transformación de su cúpula directiva. Ayer el grupo árabe se vio obligado a readmitir a Bernardo Blanco, hijo del fundador de la compañía y ex director general de la cadena, tal y como adelantó Modaes.es. El ejecutivo, que se ha reincorporado como director creativo, ganó la demanda interpuesta contra el grupo por despido improcedente.

 

 

 

 

Pero este no es el único movimiento que ha transformado la cúpula de Blanco en las últimas semanas. El último en abandonar la cadena ha sido Paul Pyrgoudes, director de retail de la compañía, además de otras ejecutivas, como Esther Rejas, directora de producto, y Susana Ortega, directora de recursos humanos, que también han decidido dejar la empresa recientemente.

 

Estas salidas se suman a la protagonizada por Simon Marshall, consejero delegado de Alhokair y responsable de Blanco tras el despido el pasado mayo de Stephen Craig, hasta entonces consejero delegado de la cadena. Marshall entró en Alhokair en 2007 como director comercial de la división de retail de moda. Poco después de incorporarse, Marshall fue nombrado consejero delegado del grupo.

 

Blanco también se encuentra reduciendo su red de distribución. La compañía cuenta en la actualidad con 89 establecimientos operativos, una cifra que contrasta con los más de 250 que llegó a operar en todo el mundo. El último movimiento de la empresa ha sido cerrar siete puntos de venta en ciudades como Madrid o Barcelona.