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La moda nupcial de Vertize Gala acelera: impulsa su marca propia para triplicar las ventas hasta 2020

I. P. Gestal

3 nov 2015 - 04:50

 

El Primark de la moda nupcial. En eso quiere convertirse Vertize Gala, una compañía madrileña especializada en moda nupcial a precios bajos. El grupo dio sus primeros pasos con establecimientos multimarca, pero desde el año pasado ha comenzado a desarrollar una marca propia en la que está centrando todos los esfuerzos. En cinco años, Vertize Gala quiere triplicar sus ventas y tejer una red de veinte establecimientos por toda la península para convertirse en líder de su segmento, según ha explicado Joaquín Ais, cofundador de la compañía, a Modaes.es.

 

Vertize Gala opera actualmente con cinco tiendas full price repartidas entre Madrid, Getafe y Móstoles, y seis outlets, que llevan el nombre de Factory Vertize Gala, donde se liquidan stocks y se comercializan las prendas de menor precio de marcas como Nati JiménezCabotine o Carla Ruíz.

 

Los establecimientos Factory suman entre 1.000 y 3.000 metros cuadrados y concentran la oferta más barata de las marcas y los excedentes, que se venden con descuentos que oscilan entre el 50% y el 70%. Los precios empiezan en 29,90 euros para los vestidos cortos de invitada y en 129 euros para un vestido de novia.

 

Vertize Gala se basa en dos puntales: calidad a precio aceptable, que es lo que nos ha permitido crecer, y disponer de todas las tallas, también en las muestras en tienda”, explica Ais.

 

Ais y su socio, Juan Francisco Pérez, pusieron en marcha la compañía en 2004 con una inversión inicial de 6.000 euros. El grupo comenzó como un multimarca de moda sport de sólo 20 metros cuadrados en Getafe, pero pronto reorientó su negocio hacia el sector nupcial y de ceremonia hasta que en 2008 puso fin definitivamente a la oferta casual.

 

“Ya se empezaba a notar el descenso del consumo, había muchísima competencia y la gente se movía por precio”, dice Ais. “Si hubiéramos seguido con moda sport ya hubiéramos cerrado todas las tiendas”, asegura el directivo.

 

Cuando decidieron virar hacia la moda nupcial, observaron que el cambio en la manera de consumir era el escenario ideal para posicionarse en el segmento de precio bajo. “Antes era impensable gastarse menos de 3.000 euros en un vestido de novia, pero hoy los de 800 euros son lo normal y por encima de 1.200 ya es muy poco habitual”, explica Ais.

 

“Queremos adaptarnos a la situación que hay, y el hecho es que cada vez hay menos bodas y menos gasto”, dice el directivo. “La mentalidad en este sentido ha cambiado mucho: las novias españolas no han llegado a adoptar la costumbre de alquilar el vestido, que sí es habitual en otros países, pero sí gastan mucho menos que antes”, añade.

 

Incluso aunque el consumo comience a recuperarse, Ais sostiene que el gasto en moda nupcial se mantiene a la baja. “En algunos casos se gasta menos porque se ha reducido el presupuesto, pero también hay muchas novias que, teniendo el mismo presupuesto, prefieren irse de viaje más lejos que gastárselo en el vestido”, apunta.

 

Vertize Gala se ha centrado en la comunicación online y a través de las redes sociales para compensar la falta de visibilidad en la calle, ya que sus establecimientos se encuentran a las afueras de las ciudades.

 

“Cuando empezamos con moda sport queríamos posicionarnos bien y abrir en las principales calles comerciales –dice Ais–; con Vertize nos hemos dado cuenta de que esto ya no es necesario”. “Ahora no es tan importante estar en una calle prime, la novia tiene que conocerte antes de salir de casa”, sostiene.

 

Marca propia

Hace dos años, la compañía decidió expandirse más allá del multimarca y poner en marcha su marca propia. “Había falta de oferta en talla grande y encontrar suficientes modelos al precio al que queremos vender también era un problema”, dice Ais.

 

Vertize Gala realizó acuerdos con fábricas en España, Portugal y Asia y comenzaron una prueba piloto con vestidos de novia, para después desarrollar también su propia línea de calzado e invitadas. La compañía ha optado por un modelo a caballo entre la venta por tallas, el mayoritario en países como en Estados Unidos pero que no ha terminado de penetrar en España, y el vestido a medida, con el que era imposible mantener el precio bajo.

 

El grupo trabaja con otras empresas que realizan los prototipos de los vestidos y le presentan los tejidos. Una fábrica externa realiza los modelos de prueba para tienda en unas pocas tallas y, cuando la novia ha elegido el vestido, se produce bajo demanda con tallaje. Tras la última prueba, una modista de Vertize Gala o un taller externo realiza los últimos arreglos.

 

En 2014, la marca propia supuso el 15% de todas las ventas de novia del grupo, aunque el objetivo es que esta línea de negocio gane cada vez más peso. Además, la compañía quiere concentrar su oferta en las líneas Factory, y ya ha comenzado a reconvertir los cinco establecimientos en la Comunidad de Madrid a este formato.

 

Fuera de Madrid, la compañía ha centrado su expansión en la zona Sur y Levante, con tiendas en Málaga, Valencia, Sedaví (Valencia), Sevilla y Córdoba. Además, el grupo prepara ya una nueva apertura a las afueras de Almería.

 

De momento, el grupo quiere centrar su desarrollo en España. “En el mercado nacional todavía vemos muchos campos de acción por la gran tradición que hay aquí en la moda nupcial y de ceremonia, y por ahora no nos planteamos ir fuera –apunta Ais–; Aquí todavía hay mucho por hacer”.

 

Vertize Gala, que emplea a 150 personas, cerró 2014 con una facturación de siete millones de euros. En lo que va de año, la compañía ha vendido cerca de 4.900 vestidos de novia y más de 20.000 de invitada, y prevé cerrar el ejercicio con ventas de diez millones de euros. A cinco años, sus planes pasan por triplicar su facturación y abrir dos tiendas al año hasta sumar 20 establecimientos en 2020.