Empresa

La moda española inicia 2013 con una nueva oleada de concursos de acreedores

C. Pareja

17 abr 2013 - 04:56

Los concursos de acreedores vuelven a sacudir al negocio de la moda en España. Una nueva oleada de entradas en los juzgados ha sido la protagonista de la actualidad económica de este sector durante los últimos meses, con nombres como CarameloCadena Q, la enseña de moda infantil Canada House o los complementos de Lupo.

 

Según datos del Baremo Concursal elaborado trimestralmente por la consultora PwC, el sector textil cerró el primer trimestre con un alza del 29% respecto a los 28 expedientes que se presentaron en el mismo periodo de 2012. A pesar de la tendencia alcista, los sectores de finanzas, servicios e inmobiliario se sitúan a la cabeza en cuanto a la presentación de expedientes concursales.

 

La gallega Caramelo ha sido la última compañía del sector en entrar en los juzgados. La empresa, controlada por el empresario Manuel Jove, ha presentado concurso de acreedores voluntario, justificándolo con “la extrema situación por la que atraviesa la cadena”. “La única fórmula para conseguir la viabilidad es a través de un profundo redimensionamiento que le permita garantizar su futuro”, señala la empresa.

 

En paralelo, Caramelo, que está presente en más de 800 puntos de venta, asegura que su voluntad es asegurar la viabilidad de la compañía, por lo que la presentación del concurso de acreedores vendrá de la mano de un expediente de regulación de empleo (ERE) y de la búsqueda de un socio.

 

La productora de prendas de género de punto Puig Janer, propietaria de la cadena de moda infantil Canada House, también ha presentado concurso de acreedores voluntario.  La compañía, liderada por Ángel Burillo, llegó a un acuerdo con diez entidades de crédito en 2011 para esquivar la caída de las ventas.

 

Al finalizar aquel ejercicio, las ventas de la compañía bajaron de 12,9 millones de 2010 a 12,6 millones de euros, y el beneficio de 95.000 euros logrado en 2010 se transformó en pérdidas de 997.000 euros. Las deudas con entidades financieras llegaron a casi cuatro millones de euros.

 

La distribuidora de material deportivo Vilella, que opera en el mercado español con la enseña de origen japonés Mizuno, también ha presentado recientemente concurso de acreedores ante el Juzgado Mercantil número 4 de Barcelona. Por el momento, la compañía mantiene su actividad comercial, pero la caída de las ventas, de casi un 5%, y la deuda con entidades de crédito y acreedores han hecho que Vilella busque una solución a esta situación en los juzgados.

 

Modas El Rubio, que opera de la mano de la sociedad Fabricantes Andaluces de Moda, también ha presentado concurso de acreedores. “El deudor ha sido suspendido en el ejercicio de las facultades de administración y disposición de su patrimonio, siendo sustituido por la administración concursal”, según consta en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

 

En paralelo, marcas españolas como Skunkfunk o Farrutx, que entraron en concurso de acreedores a finales del pasado año, buscan alternativas para abandonar esta situación con la búsqueda de inversores para asegurar su futuro.

 

Mientras Skunkfunk, liderada por Mikel Feijoo, ha barajado la opción de dar entrada a nuevos socios y está en negociaciones con tres grupos, Farrutx, propiedad de Vert Inverisones 2010, sociedad creada por Alpstar Capital para operar en España con la marca, se encuentra trabajando en la captación de fondos para esquivar esta situación.

 

Lupo Barcelona, especializada en complementos de gama alta, también continúa buscando alternativas para abandonar su situación concursal y asegurar su continuidad. La compañía, que a finales del pasado año llevó a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE), ahora se encuentra inmersa en negociaciones para dar entrada a un grupo inversor internacional en su capital.

 

Otras compañías han optado por la liquidación. Un ejemplo de ello es Cadena Q, que ha decidido liquidar su actividad un año después de entrar en los juzgados. Esta medida supondrá el despido de 140 trabajadores y el cierre de una red de 32 establecimientos en España tras más de cuatro décadas de historia.

 

La histórica Aninoto, por su parte, ha cesado su actividad, aunque todavía no hay constancia en el Registro Mercantil de la presentación de concurso de acreedores. Aninoto, fundada en 1972, estaba especializada en la producción y distribución de pantalones para mujer.