Empresa

La madrileña Rockinhorses entra en el retail y abre su primera tienda propia en Serrano

Iria P. Gestal

1 jun 2015 - 04:45

Rockinhorses se introduce en el retail. La compañía madrileña, especializada en moda femenina en piel, ante y napa, abrirá en septiembre su primera tienda propia en Madrid, al tiempo que proyecta duplicar su presencia en el canal multimarca hasta el próximo invierno y planea comenzar a vender en el extranjero el año que viene.

 

Rockinhorses inició su andadura en 2011 de la mano de Victoria Castelo y Flor Fuentes. Las dos emprendedoras se conocieron trabajando juntas en la revista Vogue, pero pronto tomaron caminos separados: Castelo, en el departamento de comunicación de Bimba y Lola y Fuentes en el equipo de diseño de Loewe. Mientras, iban gestionando en paralelo los primeros pasos de Rockinhorses.

 

“Comenzamos la marca cuando trabajábamos juntas y al principio sólo funcionaba por encargo”, apunta Castelo. “Al comenzar ella en Loewe y yo en Bimba&Lola seguimos en paralelo con Rockinhorses, aunque de una forma menos profesional, si bien cada vez teníamos más demanda”, señala.

 

En las navidades de 2013, decidieron dejar sus empleos y centrar todas sus energías en la marca que estaba naciendo. Comenzaron vendiendo por Internet, y hoy la compañía opera con una red de doce tiendas multimarca. “Seguimos apostando por este modelo y planeamos llegar a los 24 establecimientos el invierno que viene”, apuntó Castelo.

 

En septiembre, la compañía abrirá su primera tienda propia en el número 24 de la calle Serrano de Madrid, donde tiene sus oficinas. El espacio destinado a la venta será el patio interior de la finca, un área de alrededor de sesenta metros cuadrados.

 

Por otro lado, Rockinhorses ya fija el extranjero en su punto de mira. “Queremos empezar a vender fuera en invierno y poder estar en Francia y Reino Unido en 2016”. Por ahora, Rockinhorses exporta sus productos a través de la web, y las compras fuera de las fronteras nacionales generan el 60% de su facturación. “Alemania -dice Castelo- es uno de los países donde mejor está funcionando”.

 

La compañía, que cuenta con una plantilla de tres personas más agentes externos, encarga la fabricación a talleres en Cataluña, Levante, Galicia y Madrid. “Flor se encarga del diseño, y toda la piel con la que trabajamos también es española”, añade Castelo.

 

Aunque la piel continúa siendo su negocio principal, Rockinhorses ha comenzado a comercializar una línea de bikinis de algodón, cuyo precio ronda los 75 euros. El resto de la colección se compone de tops, capas, pantalones, faldas y vestidos, todo realizado en ante, napa o piel, y con los flecos como seña de identidad.

 

“Nosotras llevamos años haciendo flecos. –señala Castelo- pero ahora son tendencia y eso también nos favorece a nosotros”. La prenda más barata de la colección es un top de ante confeccionado a mano, cuya etiqueta marca 75 euros. El resto de piezas se sitúan en una horquilla entre 100 y 200 euros, excepto una túnica de ante que asciende a 325,10 euros.